Los agricultores damnificados por las riadas que afectaron a la huerta de Lorca hace ocho meses se han visto obligados a sembrar de cereal las tierras que resultaron anegadas, que aún no son aptas para los cultivos y en las que aún no han podido reponer las infraestructuras de riego que fueron arrasadas y sepultadas por el barro.
Las riadas del 28 de septiembre de 2012 dañaron 7.200 hectáreas de cultivos, 5.500 de ellas de cultivos hortícolas intensivos, 600 de invernaderos, 900 de frutales y almendros y el resto de olivares.
Los daños causados en el sector agrícola en la "zona cero" de la catástrofe, localizada en las pedanías lorquinas de Campillo, La Torrecilla, Purias, La Escucha y Almendricos ascendieron a 35 millones de euros, según la estimación del Gobierno regional.
La acumulación de fango y tarquín y la falta de ayudas públicas para reponer el material perdido ha provocado que muchos de los agricultores afectados hayan optado por el cultivo de cereal, con el que obtendrán "un pequeño rendimiento" mientras sus tierras se recuperan, ha dicho hoy el concejal de Agricultura, Ángel Meca, a preguntas de los periodistas.
Meca ha expuesto que "la mayor parte de la zona afectada ha vuelto a ser cultivada, pero no con la producción habitual, sino con cereales" como una solución transitoria para los agricultores hasta que no puedan poner en rendimiento los terrenos.
Los agricultores afectados tendrán que reponer todas las infraestructuras y cabezales de riego, realizar drenajes, oxigenar el terreno con nuevas roturaciones y volver a levantar invernaderos.
fuente laverdad
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