Es el segundo año consecutivo que consiguen la certificación e)mission neutral. Hoy en día no es raro pensar en utilizar un contenedor u otro dependiendo del tipo de residuo, en utilizar bombillas de bajo consumo, en cerrar el grifo
cuando no se está utilizando… Todo esto lo realizamos de forma más o menos natural en nuestras casas. Pero cuando se trata de una empresa, ¿somos realmente conscientes de todo lo que se puede hacer para conservar el medio ambiente?
En los últimos años se está consolidando una corriente empresarial que apuesta por someter los procesos productivos a exámenes de emisión de huella de carbono. Un ejemplo de esta nueva forma de gestión empresarial es
Bodegas Ostatu. Ubicada en Samaniego (Rioja Alavesa), esta bodega familiar lleva dos años apostando por una producción respetuosa con el medio ambiente y acaba de renovar, para 2013, su compromiso con la certificación
“e)mission neutral Certified” de reducción y compensación de huella de carbono (desarrollada por Access2 Carbon Markets, Lda.).
En pos de la consecución de este objetivo medioambiental, la bodega riojanoalavesa realizó – durante 2012 – un cambio en los procesos de producción y de gestión que determinaron un punto de inflexión en la manera de entender la elaboración del vino. Medidas como la reducción del peso de las botellas, unificación de cajas de vino, utilización de materiales sostenibles, mejora de la eficiencia energética y del consumo de agua en la zona de producción, o como la instalación de un sistema integral de climatización eficiente por biomasa, vinieron a complementar a aquellas que llevaban años implantando en el viñedo, donde Ostatu es conocida por ejercer una viticultura orientada a preservar y respetar el medio natural en el que se ubican.
Ser ecológicamente responsable es una de las metas de esta empresa que, con esta certificación, no sólo hace pública su emisión de gases de efecto invernadero, sino que propone soluciones para disminuir la cantidad de CO2
emitida y asume compensar, en proyectos avalados por la ONU, esa emisión.Así, en el año 2012, la bodega propiedad de la familia Sáenz de Samaniego,consiguió compensar 329 toneladas de CO2 además de reducir su emisión conlos cambios realizados en todos los procesos.
Esta apuesta por proyectos de responsabilidad social corporativa (RSC)supone nuevas formas de trabajar en las que seguirán incidiendo para intentar preservar lo más tradicional: el entorno que nos rodea.
Fuente: ECOticias
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