El sector de la alimentación es uno de los ámbitos industriales donde más volumen de plástico se consume para envasar los productos. Un material que, no obstante, suele ser difícil de reciclar al no ser biodegradable y producir un elevado nivel de contaminación al medio ambiente.
A esto se une las grandes dificultades que ofrece para su reutilización industrial. Para dar solución a esta problemática el centro tecnológico Tecnalia ha desarrollado un sistema de envasado activo con films biodegradables que no sólo pueden ser reciclados sino que ademáspermiten alargar la vida útil de los alimentos recubiertos. A esta valiosa utilidad añade la posibilidad de incorporar compuestos de origen natural en el plástico que ofrecen propiedades antimicrobianas y antioxidantes.
Los sistemas de envasado activo desarrollado por el centro tecnológico vasco, Tecnalia, permite mejorar la conservación de los alimentos alargando su vida útil. A esta valiosa función añaden la posibilidad de garantizar la calidad sanitaria de los productos, agregándoles a los plásticos diseñados, aditivos antimicrobianos y antioxidantes que ofrecen propiedades saludables a los alimentos.
El proyecto germinó hace más de una década cuando los investigadores del área de Bioprocesos de Tecnalia se plantearon solucionar una problemática que afectaba, especialmente, al sector de la alimentación mundial. No en vano, se trata de un gremio que en la actualidad, genera un elevado volumen de plásticos no–biodegradables que son difíciles de reciclar. Envases cuyos efectos son nocivos para el entorno al producir un elevado nivel de contaminación a lo que se une problemas de "reutilización y persistencia en el medio ambiente".
A esta realidad se unió la búsqueda de una alternativa "válida y novedosa" para una industria necesitada de extender su nicho de mercado más allá de las fronteras nacionales con el objetivo de poder abarcar clientes de todo el mundo. "En un mercado global como el actual, es necesario ofrecer productos alimentarios que alarguen su vida útil y fecha de caducidad para comercializarlos en la mayor cantidad de mercados posibles", indica Mari Carmen Villarán, directora del área de Bioprocesos y Conservación.
Para cumplir este objetivo el grupo de investigación a realizado un ambicioso trabajo que ha dado como fruto el diseño de un sistema de envasado ‘activo’ que es "capaz de prolongar la vida de los alimentos durante más días" y protegen además su calidad sanitaria "añadiéndoles a los plásticos compuestos antimicrobianos y antioxidantes beneficiosos para la salud humana", completa.
El proceso comenzó en el año 2001 con una fase primigenia en la cual los expertos en este área de Tecnalia comenzaron a trabajar con biopolímeros cuya misión fue "recubrir los alimentos para alargar su vida con el objeto de incrementar la fecha de caducidad de los alimentos", describen.
"Estos primeros polímeros poseían propiedades barrera frente a gasescomo el vapor de agua y el oxígeno; permiten prolongar la vida útil de los alimentos y además muchos de estos biopolímeros son comestibles", añade.
Con este bagaje inicial, las investigadoras emprendieron una segunda fase en la cual se dedicaron a diseñar y fabricar los "films que funcionan como una capa en el envase; mejorando las propiedades de conservación". Un último paso en esta investigación la han completado durante estos últimos años y ha estado orientada a la aplicación de compuestos de origen natural que ofrecen prestaciones antimicrobianas y antioxidantes y que contribuyen, a su vez, a retrasar el "deterioro de los alimentos, logrando así un plus atractivo en su apariencia y composición", destaca la investigadora vasca.
La tecnología desarrollada por este centro tecnológico vasco está orientada a todo tipo de alimentos, si bien en la práctica los investigadores pueden "elegir el tipo de plástico más adecuado en función de las características del producto", detallan.
Es en el queso, donde mejor se demuestran los beneficios proporcionados por los envases creados por este centro. En lo que respecta a su uso en este producto, los pioneros plásticos diseñados por Tecnalia permiten controlar "algunos parámetros" causantes del crecimiento microbiano, reduciendo el crecimiento de hongos en el queso. En otras casuística, por ejemplo, el sistema de envasado creado por este centro posibilita también el retraso en la aparición de bacterias en productos como el jamón york.
Los pescados también son objetivo de este nuevo packaging, ya que mediante estos films se incorporan compuestos antioxidantes que contribuyen a "evitar la oxidación" de los elementos grasos, muy beneficiosos para la salud humana. "Otra de sus funciones claves está vinculada a la incorporación de vitaminas y compuestos funcionales que otorgan al alimento un valor nutricional positivo", completan desde el equipo de investigación.
De cara al sector alimentario, el proyecto desarrollado por este centro tecnológico vasco puede ser muy atractivo porque contribuye a alargar la vida útil de ciertos alimentos. Según datos del centro se ha logrado prolongar su durabilidad hasta un 15% con respecto a los procesos industriales convencionales.
Junto a esta ventaja los envases ideados podrán ayudar a las firmas del sector a alcanzar nuevos mercados en los que podrán competir con "productos creados sobre la base de compuestos naturales y sin aditivos químicos que afecten a su composición", remarcan desde Tecnalia.
Una apuesta por un alimento natural que además ayudará a las firmas a dar respuesta a las necesidades reales de los consumidores, cada vez más concienciados en la compra de productos naturales y saludables.
"A esta ventaja se une la posibilidad de solucionar el problema causado por el difícil reciclado de los plásticos convencionales; para ello, ofrecemos un sistema de envasado biodegradable que mejora las posibilidades de reciclado por no contener sustancias contaminantes", detallan desde el equipo de investigación.
Un último beneficio está vinculado al formato del recubrimiento del alimento. Según apunta la responsable al ser éste comestible se podrá evitar una capa adicional que "redundará en un mejor proceso de reciclaje de los materiales en un futuro".
Los recubrimientos novedosos diseñador por el centro, Tecnalia, se han aplicado con gran éxito en productos congelados y rebozados con el fin de evitar la absorción de grasas. En este ámbito se ha potenciado elvalor "nutricional" de los alimentos con la aplicación de estos plásticos de última generación.
Su apuesta más reciente y que ha sido desarrollada durante los últimos meses, radica en el uso de estos avanzados films para el envasado dequesos, bollería, así como en productos cárnicos. "Estamos trabajando en el desarrollo de productos concretos para empresas de estos sectores industriales", completa la investigadora.
En paralelo a este trabajo, el grupo de investigación desarrolla hoy en día un proceso de síntesis de compuestos, tanto antioxidantes como antimicrobianos, que podrán ser incluidos posteriormente en los envases con formato de film. "Inmovilizamos y controlamos su liberación con los films, así como con tecnologías denominadas de encapsulación", completa.
En esta línea, su próximo reto estará dirigido a la obtención de compuestos procedentes de microorganismos que sirvan de alternativa válida frente los compuestos químicos que se emplean en la investigación biotecnológica alimentaria. "Obtenemos nosotros mismos los compuestos necesarios para poder elaborar estos films naturales que tienen propiedades antioxidantes y antimicrobianas de cara a los alimentos", concluye Villarán.
Fuente: El mundo
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