Podrían ayudar a una producción agrícola más sustentable
Un estudio dirigido desde la Universidad Nacional de Río Negro (Argentina) en 19 países en los cinco continentes reveló la importancia de los polinizadores silvestres para los cultivos de frutas, semillas, frutos secos y estimulantes como el café.
La investigación, llevada a cabo en 600 campos con 41 sistemas de cultivos diferentes y con condiciones climática tropicales, subtropicales y templadas, alienta la complementación de los polinizadores silvestres con abejas melíferas, aquellas que son utilizadas para la polinización industrialmente.
“Son muchos cultivos distintos, con distintos grados de tendencia de polinizadores y lo que tratamos de hacer fue ir a lugares donde habían muchos insectos silvestres y comparar esos lugares contra otros donde había prácticamente ningún insectos silvestre”, comentó Lucas Garibaldi, profesor de la UNRN e Investigador – CONICET.
“Fuimos a lugares donde hay muchas colmenas de abeja melífera y a otros donde no había ninguna colmena. Lo que hicimos fue ver cómo se relacionaba la abundancia de la abeja melífera con la abundancia y diversidad de los insectos silvestres con la producción de semillas y frutas”, añadió Garibaldi, en una investigación que duró más de 10 años.
“Encontramos que los [insectos] silvestres promovieron la producción de frutos en las 41 regiones que estudiamos. La abeja melífera en sólo 14% de esas regiones, es decir aproximadamente 6”, detalló.
“La abeja melífera no es el mejor polinizador para todos los cultivos”, sostuvo.
El experto indicó que hay polinizadores más eficientes que otros. En algunos de ellos influyen las condiciones climáticas como lluvias y bajas temperaturas, al tiempo que otros desarrollan la polinización vibratoria, importante para frutos como el tomate o los arándanos.
“También los silvestres son más eficientes porque se mueven más entre plantas de distintas variedades”, dijo.
Los investigadores encontraron que la polinización brindada por insectos silvestres no puede ser reemplazada agregando colmenas de abejas melíferas a los campos agrícolas.
En el mundo hay más de 20 mil especies de abejas, pero estas no son los únicos polinizadores. El experto nos explica que también hay algunas moscas, escarabajos, mariposas, incluso murciélagos y aves que ayudan en esta labor.
“Si bien los más comunes son las abejas, también hay otros que pueden ser importantes”.
Junto a este resultado, entre los investigadores surgió una alerta, dada por la pérdida permanente de los insectos silvestres en muchos paisajes agrícolas, algo que de continuar podría derivar en consecuencias negativas para las cosechas.
“Cuando se cubre la totalidad del suelo, se desmonta, se aplican insecticidas o se monocultiva la tierra estos hábitats se van perdiendo, disminuye la abundancia y diversidad de polinizadores, y por ende los cultivos reciben menos visitas florales. Lo que puede ser una ventaja en la producción se transforma en una amenaza de reducción de cosecha, además del riesgo que implica depender de una sola especie polinizadora”, indicó el investigador.
De acuerdo a lo reportado por la Casa de Estudios los investigadores afirman que las nuevas prácticas de gestión integrada de las abejas como insumos agrícolas y las asociaciones de diversos insectos silvestres como un servicio ecosistémico mejora el rendimiento global de los cultivos de polinización animal y garantiza a largo plazo la producción agrícola sustentable.
El estudio se encuentra publicado en la última edición de la revista Science.
Fuente: Portal Frutícola
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