Es el punto de quiebre que asegura su calidad, ya que el proceso de maduración de la fruta comienza cuando es cosechada.
El momento más sensible de la palta es cuando es cortada de la planta, ya que es en ese preciso momento comienza a madurar, explicó el ingeniero agrónomo, especializado en manejo post cosecha de paltas, Rodrigo Díaz Ramos, en el Seminario de Especialización en Procesos Agrícolas (SEPA) Post Cosecha de Paltas, organizado por la Consultora Inform@cción.
El ingeniero comparó a dicho desprendimiento “con el momento en que se corta el cordón umbilical y se separa a la madre del hijo, ya que deja de recibir los nutrientes de ella”.
Resaltó que la maduración de la palta sólo ocurre una vez que ha sido cortada del árbol, como sucede con toda fruta climatérica. Aclaró que son una serie de sustancias presentes del pedúnculo las que inhiben su ablandamiento hasta su cosecha.
Añadió que la madurez fisiológica de la palta está determinada por el contenido de materia seca que alcanza, que es su vez es un indicador de su contenido de aceite. En ese sentido, resaltó que cuanto más permanece en el árbol, más aumenta el contenido de aceite.
Subrayó asimismo que una vez que la fruta es cosechada se incrementa su tasa respiratoria o la liberación de etileno y dióxido de carbono (CO2) como también su transpiración y, por lo tanto, comienza a perder agua -a deshidratarse- lo que permite su ablandamiento.
Otro proceso biológico denominado “envejecimiento de la fruta” ablanda la fruta y produce cambios en su color externo e interno. La desventaja de este proceso es que existen posibilidades de que la palta se pudra.
El Seminario de Especialización en Procesos Agrícolas (SEPA) Post Cosecha de Paltas comenzó ayer y continúa hoy en la Universidad del Pacífico (UP) en Lima.
Fuente: Agraria.pe
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