Casimiro López, explicó que “el paso de inmigrantes ha disminuido debido a la extrema vigilancia entre México y Estados Unidos y ello está impactando de lleno en la agricultura de todo el sur de California, principalmente”.
Según el último reporte del Centro Pew Hispanic, que contabiliza lo más certeramente posible los flujos migratorios cada año, de 1911 en adelante la cifra es por primera vez, cero.
Tanto los productores como los trabajadores esperan que el Congreso apruebe de una vez por todas reformas a las leyes migratorias, que están en el tapete, so pena que el mayor estado agrícola de la Unión –California- que emplea hasta un millón de trabajadores en cada cosecha, se arruine. Casi un millón y medio de trabajadores indocumentados ingresa cada año como jornalero a Estados Unidos, de los cuales California da trabajo a las dos terceras partes, posicionando al campo como el sector con mayor cantidad de trabajadores sin papeles de toda la producción norteamericana.
“Si no fuera por ellos, las familias ricas no tendrían frutas ni vegetales en sus mesas para comer”, afirma el secretario de la Unión de Campesinos, Sergio Guzmán, quien enfatizó las durísimas condiciones de trabajo.
“Están más explotados que sus compañeros con permisos en regla, porque tienen miedo a perder sus trabajos si ejercen sus derechos”, explicó. Si la falta de trabajadores ha mejorado los salarios –unos U$S10 la hora- ha empeorado las jornadas: hasta 15 horas de sol a sol, sin reclamo alguno, so pena de deportación. Por día la policía deporta unas 1.400 personas: antes volvían casi todas, ahora ninguna.
© 2024 Creado por AGRO 2.0. Tecnología de
¡Necesitas ser un miembro de AGRO 2.0 para añadir comentarios!
Participar en AGRO 2.0