El mercado climático hace referencia normalmente a la situación climática durante los momentos críticos en la etapa de evolución de los cultivos, como en la floración del maíz y la soja, o la madurez y formación de chauchas en la oleaginosa.
Hacía mucho tiempo, desde 1980, que los productores estadounidenses no asistían al impacto de un mercado climático en plena época de siembra de sus cultivos de verano, principalmente el maíz y la soja. El atraso es el peor en últimos 30 años. También hay que considerar que, no obstante otras demoras ocurridas en el pasado, el atraso actual no tiene antecedente ninguno, pues estamos en un nivel tecnológico muy distinto al de décadas pasadas.
Por este motivo, es muy difícil proyectar una tendencia y más todavía cuando quedan por delante las dos semanas más críticas, no solo para los estadounidenses sino para toda la demanda mundial. La ventana de siembra de maíz en Estados Unidos está muy restringida en el tiempo; pasado ese momento, los cultivos que se siembren fuera de época verán resentidos sus rendimientos en forma más que significativa.
De acuerdo con los analistas de cosechas, la mejor época de siembra para el maíz en Estados Unidos ya venció: 15 de mayo. Se puede estirar en 5 o 10 días, a los fines de tranquilizar a los fondos, pero será muy difícil que este atraso se recomponga. El día “D” hay que focalizarlo en el 31 de mayo. Pasado ese día, todo lo que se siembre no tendrá asegurado su potencial de rendimiento y le queda la amenaza de una helada tardía.
Soja, también complicada. Si bien la soja se siembra más tarde que el maíz, su ventana también es bastante reducida. A fines de mayo pasado ya se había sembrado el 90 por ciento de la superficie.
Hoy estamos en una situación donde se han sembrado solamente seis por ciento de la superficie, mientras que un año atrás se había sembrado el 43. Por cómo viene el factor clima en Estados Unidos, la evolución de las siembras y los pronósticos climáticos (hay lluvias pronosticadas para este fin de semana) las chances que losfarmers no logren cubrir la superficie de maíz y que dicha caída pase a soja, son muy altas.
Estamos ante un mercado con potencial “efecto pinzas”, una caída en el área de maíz impactaría en forma muy “alcista” en su valor; en cambio una mayor superficie con soja que la esperada tendría un impacto “bajista”, inclusive en el largo plazo. Esta puede ser el final de la película, pero hoy la fotografía es realmente muy preocupante y explosiva.
Escenario doméstico. ¿Qué pasa si los estadounidenses no logran tampoco sembrar la superficie de soja que tiene proyectada? Por este motivo, decirle a un productor que venda soja porque va a bajar es muy irresponsable. En estos momentos, la moneda está girando en el aire; depende como caiga, resultará en suba o baja del mercado.
En el plano local, se conocieron más detalles del fideicomiso de trigo anunciado por el Gobierno.
Su objetivo es la transferencia a los productores de trigo de un monto equivalente de los recursos obtenidos a través del producido de los derechos de exportación de trigo y sus derivados (incluye entonces la devolución de las retenciones de harina y afrechillo que se exporten). Por cómo está redactado el Decreto (PEN) 516/2013, cuánto más trigo se exporte mayor será el monto de la devolución de las retenciones.
La fiscalización del fideicomiso estará a cargo de un consejo integrado por 10 miembros de las siguientes asociaciones e instituciones: tres representantes de Ciara y CEC (aceiteras y exportadores), dos representantes de ACA, dos de AFA, dos de Cámara Argentina de productores y exportadores (Capeco) y un representante de la Federación Molinera Argentina (Faim).
Si el productor finalmente cobra lo que le corresponde, será la primera vez en la administración política actual que se concreta una medida que puede favorecer a los productores, en este caso a los trigueros.
*Analista del mercado de granos, titular de Agri-PAC Consultores
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