En el laboratorio del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA, pos sus siglas en inglés) de Fort Pierce (Florida) hay hectáreas de laboratorios e invernaderos. Más de la mitad del trabajo que se está realizando actualmente está dedicado a la Huanglongbing, más conocida como verdeo de los cítricos.
"Es el problema que nadie quería tener y lo tenemos", explica Mark Hilf, patólogo vegetal e investigador.
Hilf es uno de las docenas de científicos que trabajan en esta enfermedad bacteriana.
El Departamento de Agricultura de Florida señala que Florida genera más del 63 por ciento de la producción total de cítricos de los EE. UU. Existe un impacto económico directo e indirecto de más de 8900 millones de dólares. Resulta imposible predecir los futuros efectos de la extendida enfermedad.
Los agricultores de cítricos de todo el estado han invertido millones de dólares de sus bolsillos en la investigación con la esperanza de encontrar una cura. El director del laboratorio, el doctor Calvin Arnold, cree que este año los agricultores se han gastado 16 millones de dólares. Una cuarta parte de esa cantidad se destina directamente al laboratorio del USDA.
Hilt explica: "En un árbol individual no hay cura, e incluso si somos capaces de tratar a un árbol para hacer desaparecer la bacteria, existe el problema de reinfección a través de los insectos".
En un invernadero, unos científicos crían el psílido, el diminuto insecto que propaga la enfermedad. Un grupo de científicos está buscando modos de impedir que los insectos se alimenten mediante diminutas cámaras de dieta artificiales.
"Podemos incorporar cosas a estas dietas para encontrar moléculas que bloqueen diferentes actividades biológicas de estos insectos", dice Bob Shatters, biólogo molecular e investigador.
Shatters indica que el equipo ha descubierto información fundamental que podría ayudar también con otras enfermedades.
"Si no pueden llegar al tejido vascular de la planta, no pueden recoger ni dejar la bacteria", añade.
Otros grupos de científicos trabajan en la creación de plantas más tolerantes que produzcan frutas de alta calidad.
El horticultor Ed Stover asegura que existen posibilidades de hallar cosas que puedan crecer en presencia de la enfermedad.
"Intentar desarrollar nuevas variedades de cítricos tolerantes o resistentes a la Huanglongbing", puntualiza Stover.
Otros están descubriendo tratamientos para árboles que ya están infectados. El genoma de la enfermedad del verdeo de los cítricos ha sido cartografiado.
"En nuestro trabajo, tenemos que controlar nuestro entusiasmo por lo que parece algo prometedor, y nuestro conservadurismo en cuanto al nivel de certeza de que las cosas tengan valor", explica Stover.
Yongping Duan, patólogo vegetal e investigador, dice que han tenido éxito en entornos con temperatura controlada usando invernaderos pequeños y portátiles colocados alrededor de los árboles.
"El tratamiento de calor ayuda a la planta a recuperarse", afirma.
El problema, sin embargo, está en aplicar la ciencia a gran escala. Los tratamientos deben ser aptos para su aplicación en hasta 200 000 hectáreas de cítricos comerciales. Además, deben ser asequibles para los agricultores.
"En esencia, si hay un monstruo en términos de enfermedad vegetal, es este", opina Hilf.
Fuente: www.wptv.com
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