AGRO20 EE.UU.: Columna: Avances en el análisis foliar para monitorear la nutrición en huertos frutales

El análisis nutricional de las hojas es una herramienta ampliamente usada para monitorear la nutrición de los huertos frutales. Para la mayoría de los frutales, la recolección de hojas es recomendada a mediados de verano y los valores nutricionales obtenidos en este análisis son comparados con valores críticos que indican niveles de deficiencia o adecuada nutrición para cada elemento. Sin embargo, en el año 2007 una encuesta que abarcó aproximadamente 500 productores y asesores de almendra en California concluyó que los productores requerían muestrear sus árboles más temprano en la temporada y que era necesario mejorar el modo en que los resultados del análisis foliar eran comúnmente interpretados.

El muestreo de hojas es realizado habitualmente durante el verano para prácticamente todas las especies frutales debido a que la concentración de nutrientes en la hoja es, en general, más estable que a principios de la temporada. Sin embargo, dicho muestreo resulta ser demasiado tarde para hacer uso de los resultados obtenidos. Por ejemplo, en almendros, los resultados del análisis foliar suelen estar disponibles cuando la mayoría del plan de fertilización (aproximadamente el 80%) ya ha sido aplicado, lo cual deja a los productores con poco tiempo para ajustar su plan nutricional en caso de ser necesario.

Otro problema importante, asociado al muestreo de hojas, es que en la interpretación de los resultados no se incorpora la variabilidad espacial de los huertos. Comúnmente, la interpretación consiste  en simplemente comparar las concentraciones de nutrientes obtenidas desde el análisis con los valores críticos establecidos para la especie y así catalogar el huerto como deficiente o adecuado. Sin embargo, como la muestra colectada es un promedio de varios árboles, esta no representa la variabilidad nutricional que pudiese existir entre árboles de un mismo huerto. Es por esto, que es necesario tener una estimación de la variabilidad que existe en un huerto para así determinar qué porcentaje de árboles se encuentra en niveles deficientes, adecuados, o excesivos.

En la Universidad de California-Davis, después de 5 años de trabajo hemos logrado desarrollar mejoras sustanciales en el análisis foliar para el caso de almendros y la posterior interpretación de resultados. Hoy en día, los productores de almendros Californianos cuentan con la posibilidad de muestrear temprano en la temporada (aproximadamente tres meses más temprano que el antiguo método de muestreo) y usar modelos que les permiten predecir la concentración de nitrógeno y el porcentaje de árboles que presentarán niveles adecuados a mediados de verano. Estas nuevas prácticas son el resultado de analizar la distribución espacial y temporal de los nutrientes en cuatro huertos californianos por tres años y luego validar los resultados en otros seis huertos. Los modelos creados hasta ahora utilizan la información de varios nutrientes para reducir la inestabilidad nutricional temprano en la temporada y a su vez aumentar la certeza de las predicciones. La recepción por parte de la industria almendrera a los resultados de este proyecto ha sido muy alentadora ya que se ha contado con una fuerte difusión de la información por parte del comité de almendras Californiano y tanto los productores como asesores de campo ya han comenzado a implementar esta nueva estrategia de monitoreo.

Como investigador, espero que en un futuro se pueda aplicar lo aprendido en almendros a otras especies frutales y así perfeccionar una técnica muy utilizada pero que requiere una mejor y mayor implementación.

(*) Sebastián Saa es además integrante del grupo FIG: “Grupo de Innovación Frutícola Chile-UC Davis”

Fuente: www.portalfruticola.com