En su habitual informe sobre la evolución de los cultivos en Estados Unidos, publicado por el Departamento de Agricultura (Usda) el martes pasado, el reporte indica un avance del 15 por ciento en la superficie sembrada con maíz y 20 por ciento en soja.
En el caso del maíz, el porcentaje sembrado total llega 86 por ciento, mientras que la superficie sembrada a igual fecha del año anterior llegaba a 99 por ciento.
No hay dudas de que la fecha óptima de siembra para maíz ya fue superada; para muchos especialistas venció el 15 de mayo pasado. El 14 por ciento que queda por sembrar, 5,5 millones de hectáreas, será en fecha muy tardía, con un alto riesgo de heladas tempranas durante el llenado del grano. También existe la gran probabilidad que mucho maíz que no se pudo sembrar en fecha pueda ser reemplazado por soja. En este sentido, analistas estiman que 500 mil hectáreas pueden pasar de maíz a soja. Sin embargo, dado el gran atraso ocurrido y lo que queda todavía por sembrar, con pronósticos de lluvias de aquí a los próximos cuatro días, es probable que la superficie que pase de maíz a soja sea mucho mayor a la que están indicando.
Soja. El informe indica que la siembra avanzó 20 por ciento y llega a 44 en el total sembrado. Mientras que un año atrás lo implantado llegaba a 87 por ciento. Se puede visualizar entonces que la soja es el cultivo que más atraso está sufriendo con respecto a lo que sería un año normal, más todavía si lo comparamos con el maíz.
La oleaginosa muestra un atraso con respecto a la campaña anterior de 43 por ciento mientras que en maíz el atraso llega a 13 por ciento. De ahí que muchos analistas atribuyen a la soja un mayor riesgo de mercado. Por este motivo hemos visto reacciones de mercado muy firmes, principalmente en las posiciones futuras cortas. Es bien sabido que por cada día de atraso en la siembra de soja el rinde tiene un potencial de baja de 60 kilos por hectárea. Si esto lo extrapolamos a la superficie que todavía queda por sembrar se entiende la preocupación en el mercado y las posibilidades de una cosecha mucho menor al primer estimado del Usda de 92 millones de toneladas.
Si analizamos el comportamiento que tuvo Chicago en estas últimas semanas, vemos en la soja una caída en la posición enero versus julio se ha ido reduciendo: pasó de 90 a 76 dólares. Esto quiere decir que los futuros largos se han valorizado, bajando menos que las posiciones cortas o subiendo más de acuerdo a cómo los fondos van rearmando sus posiciones.
Maíz. En su caso, la caída entre la posición mayo 2014 y julio 2013 bajo de 45 a 32 dólares por tonelada; al igual que en el caso de la soja se trata de un indicador de mayor firmeza en los futuros largos.
De esta forma, el mercado se va a anticipando a una posible reducción en las cosechas de soja y de maíz, que el Usda debería comunicar en su próximo informe de la primer semana de Junio.
Muy pocas veces hemos visto una situación climática tan adversa para la evolución de los cultivos de maíz y soja en Estados Unidos. Hay que tener en cuenta que faltan todavía 90 días por delante, donde el clima debe ser perfecto para una correcta evolución de los cultivos y poder mantener las “muy favorables” expectativas de producción que usualmente elabora el Usda.
Por el momento, todo muy lindo en las planillas de cálculo; pero en la realidad los cultivos están muy complicados, debido a que muchas zonas ya tienen exceso de humedad con campos anegados, y otras zonas siguen con una sostenida sequía que les impide sembrar. Si logran implantar habrá que ver si los cultivos pueden llegar a la etapa de emergencia con el vigor suficiente como para poder continuar con su evolución normal. En definitiva, tendencia de los mercados muy volátil, incierta y por el momento con pronóstico de serruchos alcistas.
*Analista del mercado de granos, titular de Agri-PAC Consultores-
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