El mercado internacional de maíz, liderado históricamente por Estados Unidos, se recupera luego de un gran quebranto productivo en el primer tramo de la campaña 2012/13. La producción récord de Argentina y Brasil y la reciente aceleración en sus respectivos ritmos de embarques están calmando la urgencia de una demanda mundial que en los últimos meses se había trasladado a cereales sustitutos.
Los precios externos continúan mostrando fluctuaciones, aunque se mantienen lejos de los niveles observados en el primer trimestre del año. El desafío de racionar la demanda comienza a ceder paso hacia el gran objetivo de concretar una recuperación generosa de la producción durante la próxima campaña. Es por ello que los participantes del mercado concentran su atención en la evolución y perspectivas de la siembra norteamericana.
Al comenzar la semana, el Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA) informó que el avance de los trabajos de implantación acumulaba un 28% del área total proyectada hasta el último domingo, proporción equivalente a unas 11 millones de hectáreas. Sin embargo, en días posteriores el clima permitió un rápido avance de las tareas, permitiendo estimar que otras 11 millones de hectáreas ya estarán sembradas hacia el próximo domingo. Los registros históricos del NASS muestran que en períodos de clima propicio la siembra abarcó más de 10 millones de hectáreas semanales en tres ocasiones en los últimos seis años.
En los últimos días el clima permaneció más seco, aunque distó del ideal. Aun así, los productores recuperaron parte del tiempo perdido avanzando durante los períodos en los que la lluvia permitía una tregua. Distintos pronósticos meteorológicos anticipan que las precipitaciones continuarán durante la próxima semana, aunque serán ligeras. Un clima más seco recién llegará en la última semana de mayo, en la que se espera una finalización de los trabajos.
Si bien el grueso de los productores mantiene la convicción de sembrar, es probable que unas 400.000 hectáreas se vuelquen al cultivo de soja y otras tantas reclamen el cobro de seguros por la imposibilidad de sembrar. En cambio, otros productores ya se encuentran consultando por híbridos de maduración más temprana. Una fecha clave para estimar el potencial de pérdidas es el 25 de mayo, por lo que habría que esperar la evolución de la próxima semana antes de evaluar resultados.
La reacción del mercado de Chicago fue bajista en los contratos con entrega en diciembre. Durante el transcurso de la semana esta posición perdió u$s 4/ton, con un desempeño negativo durante cuatro ruedas consecutivas sobre el cierre de la semana. Esto daría la pauta de que los operadores mantienen la expectativa de una cosecha récord, una vez superado un ajustadísimo empalme de campañas durante los meses del verano.
Frente a este escenario, quienes aún mantienen inventarios de la última cosecha han reducido considerable su disposición a vender. Los stocks norteamericanos se encuentran en su nivel más bajo de los últimos 17 años, esperándose varios meses con precios firmes y demanda muy necesitada. Esta situación se traduce en mayor firmeza para los futuros con entrega en julio que en los representativos de la nueva campaña. No obstante, el repunte que habían mostrado las ventas durante la semana pasada permitió a las plantas de etanol abastecerse de materia prima para mantener sus niveles de producción. Las últimas cifras de la Administración de Información Energética de Estados Unidos ubicaron la producción promedio diaria en 857.000 barriles, el nivel más elevado de toda la campaña.
Por su parte, el mercado local acompañó la firmeza de los precios externos. Algunos participantes de la exportación mantuvieron gran interés en cerrar operaciones por el cereal con descarga o entrega muy cercana, convalidando precios históricamente altos tanto en el recinto de la Bolsa como en los mercados a término. Asimismo, también se conocieron operaciones en las que los compradores buscaban la descarga entre junio y julio.
A lo largo de los últimos días se ofrecieron u$s 185/ton -unos $ 960/ton- por maíz con descarga inmediata sobre la terminal de Timbúes. Sin embargo, entre los distintos exportadores que buscaban originar en la plaza se llegaron a pagar hasta $ 970/ton con descarga. Frente a este escenario de mercado, la Cámara Arbitral de Cereales fijó un precio de pizarra máximo histórico en términos nominales de $ 965/ton como representativo de la rueda del miércoles. Para la rueda del jueves, la misma entidad estableció un precio estimativo de $ 980/ton.
La competencia existente en la plaza acercó los precios de mercado a los valores que reflejan la capacidad teórica de pago. Durante el transcurso de la última semana el FAS teórico se ubicó en torno a $ 1.000/ton, o u$s 192/ton. El diferencial entre esta referencia y los montos efectivamente negociados cayó por debajo de u$s 10/ton.
Pese al atractivo que generó la llegada de los precios a u$s 185/ton, este valor se encuentra muy alejado de los máximos alcanzados durante esta campaña. Cabe recordar que durante los últimos meses del año 2012 diversos exportadores pagaron valores bien superiores a u$s 200/ton por maíz con entrega en abril y mayo de este año, aunque en otro panorama de mercado externo.
El ritmo de negocios aminoró su marcha, ya que el mercado comenzó a vaciarse al rango de ofertas conocido. Es por eso que el viernes los precios debieron mejorar. Los vendedores que retienen inventarios exigen precios más elevados para cerrar operaciones por el resto, posiblemente a partir de u$s 195/ton. Durante la presente semana se estima que unas 100.000 toneladas cambiaron de manos en esta Bolsa.
En Rofex los negocios con maíz acumularon un total de 12.300 toneladas. El contrato que se encuentra en período de entrega fluctuó entre u$s 184 y 190 por tonelada, con 4.650 toneladas intercambiadas. Los mejores precios también se alcanzaron el viernes.
La actividad en los puertos continúa siendo muy activa. En los primeros 70 días de la campaña ingresaron cerca de 220.000 camiones con maíz a las plantas y puertos de Rosario, Dársena y Buenos Aires, Necochea y Bahía Blanca. Dichas terminales embarcaron algo más de 6,6 millones de toneladas durante ese período. En tanto, la carga programada para las próximas cinco semanas anticipa embarques por casi 2,9 millones de toneladas, lo que significará un ingreso de divisas de más de u$s 700 millones para el país.
La trilla del maíz de primera se encuentra prácticamente finalizada, con rindes que en la zona núcleo promediaron los 88 qq/ha. En breve comenzará la colecta del cereal de segunda, con perspectivas de rinde razonablemente buenas. Según el informe mensual de estimaciones del Ministerio de Agricultura, hasta el momento la cosecha acumula una superficie de 2,17 millones de hectáreas, que representa tres quintas partes del total. Gracias a las buenas condiciones climáticas de las últimas semanas el ritmo de los trabajos muestra cierto adelanto respecto del año pasado.
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