Algunas bacterias que se encuentran en los suelos de los campos de trigo y cebada podrían ser empleadas para combatir la presencia de los hongos Pythium y Rhizoctonia, causantes de la enfermedad de la la podredumbre de las raíces que afecta a tales cultivos. Esto es lo que ha demostrado un equipo científico estadounidense, que ha investigado el efecto de 11 cepas de bacteria del género Pseudomonas
Miembros de la Unidad de Investigación de Control Biológico y Enfermedades de Raíces del ARS en Pullman, Washington, están estudiando el potencial de un tipo de bacterias para controlar el desarrollo de los hongos causantes de la podredumbre de la raíz en cultivos de trigo y cebada.
Se trata de once cepas de bacterias, todas ellas pertenecientes al género Pseudomonas, que actúan como fungicidas frente al desarrollo de Pythium y Rhizoctonia, hongos causantes de importantes pérdidas en los rendimientos de estos cultivos: hasta un 30% en la región del Pacífico-Noroeste y otras partes de EE.UU, señala el ARS.
La agencia de investigación del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos explica que estos hongos crecen bien en los suelos húmedos y frescos, puediendo alcanzar niveles "especialmente altos" en los campos donde los agricultores usan la cero labranza "para reducir los gastos de combustible, prevenir la erosión del suelo y proveer otros beneficios ecológicos y ambientales".
El genetista Pat Okubara explica que la presencia en los suelos de estos dos patógenos es especialmente problemática en primavera, cuando las plántulas de trigo y cebada tienen edades de entre cuatro y seis semanas. El responsable de la investigación indica que los actuales fungicidas "no son muy eficaces" contra Pythium y Rhizoctonia, "y variedades del trigo y de la cebada que tienen resistencia a los hongos ya no están disponibles a los agricultores". Unos hongos que además son capaces de vivir en una amplia gama de plantas y cultivos, por lo que dificultan el diseño de sistemas de rotación con cultivos no hospedadores.
Las investigaciones de este equipo del ARS en Pullman ha comprobado que las bacteriasPseudomonas pueden secretar "enzimas y bioquímicos poderosos que pueden ayudar a mantener a raya estos hongos". Algunas de las once cepas analizadas también ayudan a las plantas a desarrollar su propio sistema inmunitario y se han encontrado con otras que producen sustancias (semejantes a hormonas) que estimulan el crecimiento de brotes y raíces, ayudando a las plantas a paliar los daños provocados por los hongos.
En las pruebas de invernadero realizadas por Okubara y sus colegas se demostró que cinco de las cepas de Pseudomonas fueron capaces de reducir la severidad de la podredumbre causada por Rhizoctonia solani AG-98 hasta en un 92% y la provocada porPythium ultimum hasta el 56%. Dos de las cepas cepas también mostraron efectos fungicidas sobre R. oryzae y P. irregulare.
Sin duda que se trata de una buena noticia, especialmente para los agricultures que practican la siembra directa de estos cultivos cereales, pese a que como advierte Pat Okubara "no es muy probable" que se pueda disponer en fechas próximas de un producto comercial basado en estos resultados: "Pero la llegada de cualquier nueva arma contra los hongos es buenas noticias para los cultivadores del trigo, especialmente aquellos que se han mostrado reacio a utilizar las prácticas de la labranza de conservación debido a los problemas causados por los hongos", afirma el científico.
Resultados de esta investigación fueron publicados en la revista ′Biological Control de agosto de 2012.
Fuente: boletinagrario.com
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