El boliviano Santiago González, quien hace apenas cuatro meses reside en la surcentral provincia cubana de Cienfuegos, cosechó una calabaza imposible de cargar por un hombre solo.
Según un reporte de la estatal Prensa Latina (PL), el ejemplar del fruto cosechado en áreas aledañas a la fábrica de azúcar 14 de Julio, municipio de Rodas, pesó 65 kilogramos, algo inusual en la isla caribeña. Para los cubanos es algo raro, pero en la finca de mi familia es normal encontrarse calabazas de ese tamaño, comentó el joven de 29 años, casado con una médico cubana que trabajó en Bolivia.
"No solo depende del tipo de semilla, sino del cuidado y las técnicas agrícolas aplicadas, como son regarlas siempre por las mañanas y tenerlas en una superficie húmeda y con sol permanente, tal como lo revelan los secretos de mi abuelo, añadió González. Los padres de mi esposa no me creían; decían que debían comprobarlo, pues pensaron que era una exageración mía, entonces convoqué a mi suegro para experimentar con esa especie y así obtuvimos grandes ejemplares, sobre todo la de 65 kilos," añadió.
La megacalabaza resulta todo un suceso en la comunidad, cuyos habitantes la contemplan como si fuera un bicho raro y constantemente llegan con cámaras para hacerse una foto junto al fruto, acotó el feliz cultivador. Odalis Rodríguez, la suegra de Santiago, aseguró que ahora la van a llevar al museo de Rodas para su exposición al público. "Y eso no es todo, en el campo quedan otras tres de un tamaño parecido", precisó.
"El cultivo de esta planta del género de las cucurbitáceas está probado que comenzó desde tiempos prehispánicos por la zona central del actual México, cuyos pobladores le llamaron ayote, y se fue extendiendo hacia el sur hasta llegar a la región andina, donde se conoce como zapallo," completó
Fuente: (UPI)
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