Ratia explicó que las colmenas de abejas se afectan ante la presencia de polen transgénico porque este genera nutrientes más débiles que están entre los factores de desaparición de estos insectos en algunos países. A ello se añade el uso de insecticidas y herbicidas aplicados directamente a esos cultivos, que también incrementan la mortalidad de las abejas al trasladar polen contaminado, valoró el especialista de una federación que tiene 115 años de experiencia, conformada por 111 países y siete millones de apicultores.
En materia comercial recordó que en 2011 la justicia europea prohibió importar alimentos genéticamente manipulados y eso creó problemas a las exportaciones de miel de Argentina, Brasil y Chile, por la presencia de transgénicos en el producto, que perdió calidad. El presidente de la Cámara Costarricense de Fomento a la Apicultura, Carlos Zamora, también expresó su preocupación por la reciente autorización dada por la Comisión de Bioseguridad del Gobierno a la siembra de semillas de maíz transgénico en Puntarenas.
Zamora argumentó que se desconocen las posibles consecuencias que pueden ocasionar a la miel la contaminación de polen transgénico y de agro-tóxicos y recordó que se negocia esa exportación con la Unión Europea. Añadió que algunos asuntos técnicos quedaron pendientes de resolver en el dictamen emitido por la Comisión Técnica Nacional de Bioseguridad del Ministerio de Agricultura y Ganadería, que aprobó la producción de maíz transgénico en el país.
Fuente: FAO
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