Asimismo, el bajo desarrollo de la agroindustria, sector que podría tener ventajas en el exterior, genera rezagos en los indicadores de globalización.
Recientemente, la Coalición para la Promoción de la Industria Colombiana, liderada por Martha Lucía Ramírez, presentó un estudio analizando una serie de indicadores internacionales que miden el comportamiento del país en términos de competitividad, industria, globalización, comercio, ambiente de negocios, tecnología, innovación, finanzas y prosperidad, entre muchos aspectos que permiten verificar el estado del país frente a sus competidores, y que podría usarse como línea base para formular políticas públicas.
El informe parte del hecho de que el país se ha desindustrializado en los últimos años, teniendo en cuenta que la producción manufacturera ha perdido importancia en la economía colombiana, frente al sector minero-energético, lo que podría tipificar la presencia de la enfermedad holandesa. De acuerdo con los indicadores analizados, Colombia se encuentra rezagada frente a varios competidores directos.
Esto se puede evidenciar en indicadores como el Anuario Anual de Competitividad, el Índice de Rendimiento Industrial Competitivo, The Global Enabling Trade Report, el Índice de Globalización (Ernst & Young), el Indicador de Ambiente de Negocios, el Índice de Eficiencia de la Innovación, el Índice de Desarrollo Financiero y el Índice de Prosperidad (Legatum). El texto menciona varios detonantes del bajo avance en diferentes indicadores.
La corrupción en el Estado, el exceso de burocracia para distintos trámites y, en general, la baja credibilidad en entidades gubernamentales son aspectos que disminuyen la competitividad del país. La baja producción de bienes con alto contenido en valor agregado, no tener prácticas intensivas en la producción, además de la reducida inserción en los mercados internacionales, golpean fuertemente el desarrollo industrial colombiano.
Asimismo, el bajo desarrollo de la agroindustria, sector que podría tener ventajas en el exterior, genera rezagos en esos indicadores de globalización. El estudio muestra que pese a haber mejorado la seguridad, y con ello ha aumentado la inversión extranjera directa (IED)en Colombia, se siguen presentando problemas en esta materia y, por ejemplo, desde el 2003, las acciones delincuenciales por parte de grupos armados ilegales han tenido incrementos sostenidos.
Lo anterior lleva a que se tengan calificaciones bajas en algunos indicadores, generando una imagen que no favorece la realización de negocios en el país. No obstante, Colombia ha tenido resultados sobresalientes en algunos de los estudios referenciados en el informe. De acuerdo con los indicadores de Doing Business, recepción de IED y economías que más atraen IED, se tienen resultados favorables. Los últimos dos indicadores pueden estar relacionados con el auge minero-energético en el país, mientras que en el informe Doing Business puede deberse a avances regulatorios y esfuerzos gubernamentales y privados por mejorar la competitividad.
Uno de los retos consiste en diversificar las inversiones nacionales y extranjeras hacia la producción manufacturera colombiana, para lo cual se han suscrito una gran cantidad de acuerdos comerciales. Allí hay que tener en cuenta que deben generarse los incentivos necesarios para aumentar la tasa de ahorro en los hogares y evitar que los acuerdos comerciales suscritos pongan en peligro el aparato productivo colombiano.
Respecto del fortalecimiento del capital humano, se proponen sistemas de salud incluyentes y efectivos, así como educación de alta calidad y total cobertura, como condiciones necesarias para aumentar la competitividad de la industria. En educación, la brecha se ha cerrado frente a los países líderes en los indicadores (China, Finlandia, Singapur, India e Israel); sin embargo, esta sigue siendo amplia.
La innovación y la cantidad de nuevos emprendimientos están directamente relacionadas con el desarrollo del capital humano; por ende, debe ser una prioridad del Estado mejorar en este campo. Del mismo modo, algunos indicadores también analizan la eficiencia empresarial, como el referido en el Anuario Anual de Competitividad.
Con este indicador se observa un desmejoramiento en el desempeño económico y en el funcionamiento del Gobierno, la eficiencia empresarial, que es medida a través de la productividad y eficiencia, mercado laboral, finanzas, prácticas gerenciales, actitudes y valores.
El sector privado también debe ser consciente de que la innovación es fundamental para mejorar su productividad, además de tener en cuenta que la responsabilidad social empresarial genera valores que llevan a identificar a las firmas como promotoras de mejores oportunidades en el país.
Beethoven Herrera Valencia
Profesor de las Universidades Nacional y Externado
Fuente: Portafolio.co
© 2024 Creado por AGRO 2.0. Tecnología de
¡Necesitas ser un miembro de AGRO 2.0 para añadir comentarios!
Participar en AGRO 2.0