AGRO20 COLOMBIA Alarma por caída en producción de papa por la sequía

Grandes afectaciones en el ciclo vegetativo de las plantas y considerables caídas en la producción, empiezan a registrar los diferentes cultivos de papa, caña de azúcar, frutales, entre otros, como consecuencia de las heladas y la fuerte ola de calor que se registran en las principales zonas del país, y que según el Ideam, se extenderá hasta mediados de marzo.

De acuerdo con Rafael Mejía, presidente de la Sociedad de Agricultores de Colombia (SAC), los cultivos transitorios son los que más están sufriendo las consecuencias del cambio climático y lo más grave es que el campo colombiano, no cuenta con una infraestructura de riego adecuada que permita contrarrestar los efectos negativos.

Para el caso del cultivo de la papa, según comentó Juan Daniel Pérez, gerente de Fedepapa, la sequía está generando en las 130.000 hectáreas que fueron cultivadas este año, caídas en la producción del 50%.

Según el directivo, los departamentos de Boyacá y Cundinamarca son los que más se han visto afectados por los fuertes cambios de temperaturas. “En el día se están registrando temperaturas muy altas que alcanzan a llegar a 30 grados y en las noches y madrugadas las temperaturas bajan extremadamente a -1 grado, esto ha ocasionado un evidente estrés a la planta y un aceleramiento vegetativo que trae consigo bajas producciones debido a que la planta se debilita”, explicó Pérez.

El dirigente gremial alertó además sobre el incremento de las plagas (polilla guatemalteca y tirotiador), que por el verano, están atacando significativamente los cultivos de tubérculos y que podrían dejar en los próximos meses pérdidas totales en la producción.

Así las cosas, Pérez aseguró que los cultivadores de papa pueden verse enfrentados a pérdidas económicas muy grandes, ya que en promedio los agricultores invierten $17 millones por hectárea.

Por su parte Guido López, presidente ejecutivo de la Asociación de Productores de Caña (Procaña), indicó que las inclemencias del verano ha venido ocasionando disminución en la producción de la caña de azúcar, con caídas por encima del 25%.

De acuerdo con el dirigente gremial, la producción del commodity viene con este comportamiento negativo desde el año pasado. “Desde el segundo trimestre de 2012, la producción de caña pasó de 125 toneladas por hectárea a 106 toneladas de caña por hectárea”, sostuvo López.

Agregó que, además de la caída de la producción, como consecuencia de la sequía, los cañicultores se están viendo afectados por un incremento en los costos de producción de riego en más del 50%. Es decir, la inversión de los productores ha pasado de $700.000 a $1.600.000 durante la temporada seca.

Por una situación similar pasan los floricultores colombianos, quienes han tenido que valerse de mayores inversiones para enfrentar las heladas de la zona centro del país.

Según Augusto Solano, gerente de Asocolflores, los productores nacionales han empezado a poner en marcha estrategias de prevención, haciendo uso de mantas térmicas, hogueras internas y sistemas de calefacción en los invernadores para evitar caídas en la producción que terminarían afectando las exportaciones hacia Estados Unidos, principalmente de rosas, en el día de San Valentín que tiene como fecha el 14 de febrero.

Cabe anotar que el 15% de la producción de flores anual es comercializada en esta época.

GANADERÍA, OTRO SECTOR AFECTADO POR EL CAMBIO CLIMÁTICO

Las altas temperaturas que se han registrado en la últimas semanas, han afectado la producción de forrajes, recurso indispensable para el mantenimiento del ganado. De acuerdo con Carlos Osorio, gerente técnico de Fedegán, en la Costa Atlántica, zona que más se ha visto impactada por la fuerte ola de verano, se ha registrado una disminución de alrededor del 50% en el acopio de leche.

“Esta caída de la producción de leche es debido a que el ganado no ha podido alimentarse de la mejor pastura”, indicó Osorio. Por su parte, Ernesto Olave, decano de la Universidad Santo Tomas dijo que, para prevenir las pérdidas totales de las pasturas, es indispensable que los ganaderos del país le apuesten a una reconversión tecnológica.