AGRO20 Chile: Tomates registran alza de 133% y precio llegaría a $9.000 el cajón

Productor vende hoy a más de $3.000 el cajón, el doble de lo que valía el año pasado. 

Si usted ha escuchado que el tomate va a subir durante febrero, y no lo cree, porque se supone que estamos en el tiempo de abundancia, puede que esté en un error, porque el panorama que ven los técnicos es que es un año dificil para el cultivo, con aparición de virus, como peca bacteriana, y hongos, como alternaria, poco habituales en este cultivo que se han diseminado por los huertos causando distintos grados de pérdidas.
Aprovechando al equipo de la Consultora Eloy San Martín que da asistencia técnica a productores de Indap de Ñuble, que ayer recorrió precisamente tomatales de la zona, LA DISCUSIÓN conversó con la agrónoma Alejandra Encina, de Anasac, que los acompañaba, y ésta señaló que la situación sanitaria de los huertos locales es complicada, con abundancia de bacterias y hongos, debido a las lluvias de noviembre y diciembre, al fuerte calor y a la luminosidad.
Precisó que para el norte la situación se ve agravada por sequía en los sectores de mayor producción,  como la Quinta Región, la Sexta y la Metropolitana: “En años normales en este tiempo el valor del cajón a productor puede ser hasta de $1.500, pero ahora estamos a $3 mil 500 y $4 mil. Yo creo que debería subir pronto a $5 mil y va a llegar a entre $8 y $9 mil”.  A juicio de la especialista, la temporada que habitualmente dura unos 60 días y que en esta zona termina en abril y más al norte hasta junio, tenderá a acortarse.
Los productores, pese a que están contentos con esta proyectada alza, ya que precios por sobre los $3 mil son para ellos positivos, deben enfrentar estas situaciones con más tecnología, cambiando las variedades que cultivan por otras más productivas: “En la zona ya se está notando un cambio en la producción de tomates y la Octava esta creciendo en el tema”, concluye Alejandra Encina.
El agrónomo Alejandro Ponce confirma esta situación señalando que ahora mismo están llegando a la zona compradores de Temuco y Angol, lo que antes no era habitual, y sólo se vendía para mercado local. Ponce señala que a nivel de la provincia hay distintos grados de daño en los huertos por la situación climática, pero el precio está supliendo los daños. 
Asegura que la temporada partió en enero con el cajón de tomates a productor a $4 y $5 mil y que no ha bajado de $3 mil, lo que es bueno para el productor, ya que las pérdidas son variables dependiendo del sector y van de 10% a 50% en la zona productora cercana a Chillán.
El técnico José Carrasco, un especialista en hortalizas reconocido a nivel nacional, explica: “éste no va a ser como otros años, con alta luminosidad y calor, lo que es dañino para los tomates pero favorable para pequeños insectos, trips, mosca blanca, langostinos y sobre todo pulgones. Estos últimos son muy dañinos porque transmiten la virosis con la saliva. Se observa también necrosis o secaduras en las hojas de la planta, lo que se debe al calor y no tiene ningún remedio. En lo que respecta a rendimientos, lo que están aplicando tecnología como riego por goteo, fertirrigación, por ejemplo, están con buena producción, pero de todas maneras el clima no ha sido bueno para este cultivo, sobre todo por las altas temperaturas”. 
Agrega que “en comparación con otros años estas planta van a morir antes y la producción va a ser menor. Eso significa que los precios tienen que subir. Ya se vendió la producción que se obtiene en invernadero para temprano y no va a seguir llegando mucho tomate del norte, donde también hay bajas en la producción”. Detalló que una hectárea  de tomates puede rendir entre 3 a 6 mil cajones (el promedio nacional es del orden de los 62 mil kilos por hectárea) y que tiene una inversión que supera los 5 millones de pesos, si se considera riego por goteo.
La situación de la carga de virosis presente y transmitida por los insectos tendería a permanecer en la zona y la solución para ello es la aplicación de insecticidas, que va en contra de la calidad de la hortaliza, o por un cambio productivo que considere cuarteles de producción más pequeños protegidos con mallas antiafidos e invernaderos. 
“Yo veo que por ese camino va la cosa, porque aplicar veneno es dañino para el consumidor”, remató Carrasco.

Fuente: Diario la Discusión