Prueba de que iniciativas que apuntan a estos propósitos se están ejecutando, es el caso de los proyectos a base de energía solar, desarrollados por Fundación Chile, los que están enfocados en la investigación empírica
La actual realidad deficitaria en torno al recurso hídrico, especialmente de agua dulce, en sus múltiples usos, ha empujado a investigar y desarrollar nuevas tecnologías que permitan su reutilización o de plano, considerar el proceso de desalinización a escala, como una técnica más eficiente que promueva pasar del nivel experimental al industrial.
Prueba de que iniciativas que apuntan a estos propósitos se están ejecutando, es el caso de los proyectos a base de energía solar, desarrollados por Fundación Chile, los que están enfocados en la investigación empírica para el desarrollo de plantas desalinizadoras a escala.
Según explica la jefa de proyectos de Energía Solar de Fundación Chile, Carolina Cuevas, las plantas desalinizadoras son muy relevantes porque generan la posibilidad única de transitar entre aplicaciones para la gran minería y pequeños proyectos de alto impacto social. “Esto nos permite llegar con estas soluciones a distintos públicos.
La ejecutiva añade que hoy, dado que la tecnología de plantas de tratamiento de agua de mar a gran escala está bien desarrollada en el mercado, “hemos optado por impulsar la producción de agua de calidad alternativa para el sector industrial y agrícola, donde existe la posibilidad de emprender nuevas iniciativas que, de igual modo, vienen a solucionar las dificultades que tienen estos sectores en términos de energía y calidad de agua, incorporando las energías renovables”.
Carolina Cuevas explica a Revista ELECTRICIDAD que la idea nace desde la comprensión de que el déficit energético e hídrico en el norte de nuestro país es cada año más crítico, siendo ambos recursos imprescindibles para el desarrollo de dicha zona. “Sin embargo, nuestra visión fue orientada hacia proyectos demostrativos, que permitan difundir la tecnología y su funcionalidad y, a su vez, familiaricen a las personas tanto con la desalinización como con la energía solar. Es necesario comenzar el aprendizaje de esta forma, para luego avanzar a plantas de mayor tamaño”, enfatiza.
Objetivos
El enfoque está en probar la combinación de tecnologías para dar solución a algunas problemáticas específicas del sector agrícola e industrial. De esta manera se generan soluciones con técnicas de desalinización que funcionan con energía solar para generar recurso hídrico con la calidad requerida, utilizando un menor consumo energético. “Nuestro objetivo hoy es disminuir la salinidad en aguas del Valle de Lluta, en la Región de Arica y Parinacota, para su utilización en la producción de cultivos que permitan la generación de mayor valor agregado; y, como segunda arista, buscamos tratar aguas de tranques de relave en minería para evaluar usos alternativos”, precisó la especialista de Fundación Chile.
El desarrollo de esta investigación indica que los beneficios son múltiples. Así lo asegura Carolina Cuevas, quien recalcó que la disponibilidad de agua de buena calidad es esencial para la obtención de productos con mayor valor agregado, “es por ello que al disminuir la salinidad y la concentración de elementos como el boro, se propicia el crecimiento de hortalizas y aumenta la gama de cultivos y variedades a explotar.
Además se mejora el rendimiento del producto por hectárea, entre otras cosas”. La jefe de proyectos de Energía Solar explica que “cuando las personas y las empresas entienden el potencial de esta tecnología, su aceptación y utilización crece y eso estimula a la industria y la oferta en sentido amplio, impulsando la formalización de nuevos productores y nuevos emprendimientos en el sector”.
Investigación
En materia de investigación, Cuevas señala que el equipo ha realizado algunos avances interesantes. “El año pasado implementamos un proyecto piloto en el campamento minero de El Salvador, en la Región de Atacama, aplicando tratamiento a las aguas de dicha localidad. En la actualidad esa planta está funcionando en la comuna de Mejillones, en la Región de Antofagasta, para una caleta de pescadores. Ese proyecto lo ejecutamos en el marco de un Consorcio denominado Copper for Energy (C4E), donde somos integrantes junto a International Copper Association (ICA), Codelco y la Universidad de Chile”, detalla.
Adicionalmente el área de proyectos de Energía Solar de Fundación Chile se encuentra trabajando con Anglo American-Chile en el marco de un proyecto Innova, para probar nuevas técnicas de desalinización de aguas de tranques de relaves que operan con energía solar.
Asimismo, indica Cuevas, “estamos desarrollando otro proyecto demostrativo, con fondos del Gobierno Regional de Arica y Parinacota, en el Valle de Lluta, con una planta piloto instalada en el Liceo Agrícola Padre Francisco Napolitano, para generar agua de riego de mejor calidad que la disponible”.
Todas las plantas son demostrativas, por lo que conjugan dos tecnologías de desalinización: la nanofiltración y osmosis inversa de bajo consumo energético, a modo de evaluar ambos rendimientos en términos de cantidad y calidad de agua. Además, las plantas cuentan con un sistema solar fotovoltaico que aporta parte de la energía requerida para su funcionamiento. La producción de estas plantas demostrativas va desde 1,8 a 3 m3/h de agua producida, explican en La Fundación.
Proyecciones
Para la ejecutiva, lo primero es consolidar las aplicaciones con la tecnología, es decir, demostrar que realmente entregan una solución factible y ajustada a la necesidad. “Como en casi todos los ámbitos, lo primero es dar a conocer las bondades y los rendimientos obtenidos, luego obtener la inversión necesaria para pasar al siguiente nivel. Lo segundo es definir e implementar el modelo de transferencia con los actores locales para expandir la tecnología e instalar las nuevas capacidades”, concluye.
Fuente: Ecoticias.com
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