“Tenemos la gran suerte de ser prácticamente el único país del mundo que tiene producción de cereza para enviar aquí durante el Año Nuevo Chino”, que en 2013 será a principios de febrero, dijo el embajador de Chile en el país, Luis Schmidt, en una visita al Mercado de Importación de Frutas y Vegetales de Longwu en Shanghai.
Según publicó la agencia Efe, a este mercado mayorista, el mayor de la capital económica china y que recibe cerca de 5.000 contenedores al año, llegó hoy la segunda de tres grandes tandas de exportaciones de cereza chilena enviadas este año a esa ciudad, que es una de las principales entradas a ese mercado, junto a Shenzhen y Cantón (sureste) y Dalian (noreste).
El año pasado, el 75 por ciento de las cerezas importadas por China llegaron desde Chile, ya que mientras se celebra el Año Nuevo lunar chino, en el que se regala tradicionalmente mucha fruta a familiares, amigos y socios, es verano en Chile, y sólo países como Australia y Nueva Zelanda pueden competirle durante esta época.
“Las cerezas chilenas son uno de los principales productos que buscamos para esta estación, de cara al Año Nuevo”, explicó a Efe Phoebe Chung, una importadora taiwanesa que inspeccionaba cajas recién llegadas del país latinoamericano al centro de Longwu.
“Las de Chile tienen buen sabor y mejor calidad que las de Tasmania, y en Año Nuevo son muy apreciadas, porque son de color rojo, lo que simboliza fortuna, alegría y buena suerte para tu familia y para la gente que quieres”, explicó.
De ahí que China sea ya el primer destino para las exportaciones de cerezas chilenas, por delante de Estados Unidos y Europa. Por ese motivo también, numerosos exportadores chilenos acuden estos días a mercados mayoristas chinos como el Longwu, tanto si cuentan con oficinas de representación en el país, como si tienen que viajar explícitamente para ello, para defender la calidad del producto recién llegado y negociar los precios con los importadores.
Para muchos se trata de un momento clave del año, explicó en el mercado Nicolás Fernández, presidente ejecutivo de la exportadora chilena Safco, instalada en Shanghai desde 2009. “Es una temporada de cerezas que no dura más de un mes, pero donde se juega gran parte del año”, señaló, y en ella “el mercado chino toma una relevancia muy importante para nosotros, ya que tiene una importante capacidad de venta, que nos puede generar unos precios y unos retornos con un crecimiento anual muy importante”.
Nada queda al azar
En el caso de Safco, que empezó a exportar cerezas un año después de que las primeras frutas chilenas de este tipo llegasen a China en 2008, las ventas a la República Popular han aumentado una media del 20 por ciento cada año. “Aquí hay que llegar no sólo con la fruta sana, sino con los tamaños, las variedades y los colores correctos, en China nada de eso se puede dejar al azar”, indicó.
Una vez conseguido eso, el precio mayorista que puede alcanzar la cereza chilena en un mercado chino como Longwu ronda los US$ 50 por caja de cinco kilos, un precio similar al de Europa o Estados Unidos, pero con la diferencia de que la voraz demanda china es tan grande que hace la exportación mucho más rentable.
“Aquí la demanda es capaz de tomar en dos semanas un volumen que ya casi -para este año-, son casi 1.400 contenedores entre todo lo que sale de Chile hacia China esta temporada. Eso es más o menos lo que llegará durante enero”, señaló.
En virtud del TLC bilateral suscrito en 2005, desde 2010 las cerezas chilenas no pagan tasas de importación para entrar al mercado chino, lo que, comparado con los impuestos que se pagan por la fruta estadounidense, supone en comparación márgenes de ganancia para los importadores locales de entre un 10 por ciento y un 20 por ciento, estima ProChile.
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