“Si bien en distintos medios se presenta una percepción generalizada de una fuerte escasez de mano de obra e importantes alzas salariales, en la encuesta realizada, un 70% de los productores declara tener suficientes trabajadores disponibles y sólo un 29% dice tener menos de los necesarios”.
Esta es una de las principales conclusiones del estudio contratado por la Oficina de Estudios y Políticas Agrarias del Ministerio de Agricultura (Odepa) a la Universidad Católica, que encuestó a 119 razones sociales distintas, entre la III y la X Región, sobre la temporada frutícola 2011-2012. Esto, con el objetivo de obtener una radiografía de la situación de mano de obra en las 11 especies con mayor demanda de trabajadores, las que representan más del 70% de la superficie frutícola del país.
Según el estudio, la minoría de las empresas del rubro que reportó contar con menos trabajadores de los que necesitaba, estimó que dicho déficit no superaba las 25 personas, en promedio. En total, el diferencial entre mano de obra requerida y ocupada en la fruticultura, ascendió a 48.512 personas en la última temporada.
De acuerdo con el informe, lo anterior reflejaría que “la sensación de déficit de mano de obra no es similar en todo los predios”, y que depende “de factores como la región, cercanía de poblados, empresas atractivas para los trabajadores, estabilidad laboral, regalías, incentivos, estructurar producción y tamaño de empresas”.
Pese a que la mayoría afirma disponer de los trabajadores que requiere para la producción, el documento evidenció que el 82% de los encuestados cree que el futuro será complejo en materia laboral, mientras que el 13% considera que será mejor y el 5%, incierto. En ese sentido, se afirma que el temor es “comprensible” si se considera que actualmente el sector frutícola “se caracteriza por una cantidad de mano de obra estancada”, de alto costo y con baja experiencia, además de ser una actividad afectada por la volatilidad del tipo de cambio y el alto costo de insumos, como la energía.
Remuneraciones
El análisis del informe apunta a que el crecimiento económico sostenido durante los últimos años ha traído consigo dos efectos relevantes: el fortalecimiento del tipo de cambio y la “inevitable alza de las remuneraciones reales”. Esto habría impactado negativamente la disponibilidad de mano de obra agrícola y encarecido su costo. La mayor demanda de trabajadores de temporada ocurre entre noviembre y abril.
“La evidencia en Chile muestra que el uso de la mano de obra en la agricultura se ha encarecido y el recurso se ha hecho más escaso debido al mayor atractivo que ofrecen otros sectores con mayor productividad, que les posibilita pagar mejores salarios”. El salario líquido diario promedio en la fruticultura, según la encuesta, fue de $ 20.886 en Atacama y de $ 8.122 en la Araucanía (ver infografía). La demanda regional se concentra en la zona central, principalmente en la VI Región. Si bien el salario diario obtenido en las encuestas, al promediar las remuneraciones de las regiones, es de $ 14.515 -lo que casi triplica el sueldo mínimo-, el estudio advierte que al ser valores declarados por las empresas es probable no reconozcan contrataciones que paguen menos que el mínimo legal.
El estudio precisó que se requiere coordinar la disponibilidad de mano de obra existente para maximizar la productividad y que las medidas para asegurar el compromiso de los trabajadores temporales deberían, principalmente, apuntar a incentivos económicos y estabilidad laboral.
Fuente: Latercera
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