El mundo en general, Chile en particular y específicamente la Región de Magallanes, es-tán realizando esfuerzos por desarrollar la industria de generación de energías alternativas con recursos renovables no convencionales. Se busca con esto disminuir la dependencia de los combustibles fósiles, los que no sólo son cada vez más escasos y más caros, sino que también producen una gran huella de carbono que daña la capa de ozono e incrementa el efecto invernadero, lo que de alguna manera contribuye al aceleramiento del cambio climático global, afectando negativamente la estabilidad de los ecosistemas y de los seres vivos que los componen.
Una alternativa real para frenar dicha tendencia es recurrir a las fuentes de energía renovable de los mares y de los ríos, como la energía undimotriz (a partir del movimiento de las olas), la mareomotriz (en base a las corrientes marinas producidas por las mareas) y la hidrocinética (utilizando el flujo unidireccional del agua en ríos y estuarios).
En la Región de Magalla-nes, la energía eólica, a partir de la fuerza del viento, la del océano, la solar térmica, utilizada para calefacción, y la energía a partir de la biomasa (la que utiliza residuos biológicos naturales para generar combustible o directamente quemarlos para generar vapor y mediante procesos termodinámicos y mecánicos, generar movimientos que accionan turbinas eléctricas), parecieran ser, a simple vista, las más adecuadas ya que cualquier habitante local percibe las abundancias del viento, de las olas, de las corrientes de marea y la abundante biomasa, principalmente forestal.
Como una manera de sumarse a estas iniciativas y atendiendo que nuestra región es la más potente en todo el país, en cuanto a las fuerzas de las olas y de las mareas, el Centro Científico Regional de Estudios del Cuaternario (Cequa) en conjunto con la empresa oceanográfica regional Alakaluf Ltda., y al apoyo y financiamiento del gobierno regional de Magallanes, más la colaboración de la empresa Impa Ltda., y la Corporación de Desarrollo de las Energías Marinas (Enermar), están realizando un estudio, pionero a nivel nacional, que permitirá establecer las primeras bases de evaluación de impacto ambiental y definir los estándares ambientales que debiera enfrentar el desarrollo e instalación de este tipo de industrias.
En una región, en donde la industria del turismo está basada en las bellezas naturales, el gran tráfico marítimo depende de la libre navegación. Las pesquerías artesanales cosechan los ambientes costeros y la gran diversidad de actividades náuticas utilizan el borde marítimo. La instalación de artefactos energéticos en el agua no debiera afectar negativamente a las actividades económicas pre-existentes. Es así que se estudiarán los efectos en la oceanografía energética, los posibles efectos en los mamíferos marinos, las aves costeras y los invertebrados del fondo, las actividades de las comunidades humanas cercanas y todo lo concerniente a establecer efectos y las medidas de mitigación por posibles interferencias, si las hubiere, con el medio ambiente.
Los estudios se están realizando en Primera Angostura del Estrecho de Magallanes para la energía mareomotriz y en el seno Otway, para la energía undimotriz. Los resultados y planteamientos preliminares serán expuestos y discutidos, durante el mes de abril, con las agencias nacionales, regionales y expertos de Estados Unidos, Canadá, Escocia y Noruega, quienes tienen más camino avanzado en el tema. Los resultados del estudio constituirán un primer insumo real para desarrollar políticas públicas, de parte de las agencias del Estado relacionadas con estos temas.
fuente laprensaaunstral
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