El estudio, que incluía el control de la actividad de lobos, alces, ganado y seres humanos, indica que dos principios aceptados sobre cómo funcionan los ecosistemas naturales podrían ser eclipsados
Una nueva investigación de cinco años realizada por la Universidad de Calgary, en Canadá, y publicada en 'Plos One' sobre la influencia humana en los ecosistemas establecida para informar sobre los esfuerzos de conservación concluye que el impacto humano sobre el mundo natural se ha subestimado.
El estudio, que incluía el control de la actividad de lobos, alces, ganado y seres humanos, indica que dos principios aceptados sobre cómo funcionan los ecosistemas naturales podrían ser eclipsados ??por la importancia de la actividad humana. "La comprensión de la importancia del impacto que los humanos tienen sobre los ecosistemas es un componente crítico en la formulación de estrategias de conservación a largo plazo y eficaz", dice el investigador principal, Marco Musiani.
"Nuestros resultados nos han llevado a creer que los ecologistas han subestimado el impacto de los humanos en las cadenas de alimentos naturales. Incluso en las áreas protegidas, la influencia de los seres humanos podría ser mayor de lo que pensábamos", agrega.
Los ecologistas han debatido durante mucho tiempo si los ecosistemas naturales y las cadenas alimentarias asociadas están regulados principalmente por los depredadores o por la productividad de las especies vegetales, los llamados efectos de arriba hacia abajo y de abajo hacia arriba, respectivamente. Con la mayoría de los ecosistemas del mundo ahora dominados por los seres humanos, los investigadores de la Universidad de Calgary han intentado comprender cuántas personas influyen en las cadenas alimenticias en el suroeste de Alberta.
El autor principal, Tyler Muhly, señala que el estudio, una colaboración entre el Departamento canadiense de Ciencias Naturales e Investigación en Ingeniería (NSERC, en sus siglas en inglés), Shell Canada, Parques de Canadá, el Gobierno de Alberta y las universidades de Alberta y Calgary, se centró en docenas de dispositivos de alta tecnología de etiquetado de animales y cámaras activadas por sensor de movimiento para estudios en humanos, animales y plantas de distribución por todo el Sudoeste Alberta, desde Calgary en el noreste, a través de las fronteras provinciales con la Columbia Británica en el oeste y la frontera entre Estados Unidos y Canadá, en el sur.
"Monitoreamos cuidadosamente lobos, alces, ganado y especies vegetales, así como los seres humanos durante cinco años. Evaluamos cómo estas especies interactúan en el paisaje y en última instancia, encontraron que los humanos dominaron el ecosistema", resume Muhly.
"En particular, se encontró que los efectos de forraje en los que mediaron los seres humanos (de abajo hacia arriba) eran más influyentes que los efectos de los depredadores en la cadena alimentaria. La presencia de los seres humanos estaba más correlacionada con los casos de forraje (plantas). La distribución de alces y ganado se correlaciona estrechamente con el forraje y la de los lobos coincidía con la del alce y el ganado, que ven como una presa potencial.
"Nuestros resultados contrastan con la investigación llevada a cabo en las áreas protegidas que sugería que las cadenas alimentarias se regulan principalmente por los depredadores. Más bien, encontramos que los seres humanos influyeron más que otras especies en la cadena alimentaria de manera directa e indirecta, eclipsando los efectos de arriba hacia abajo y de abajo hacia arriba", concluye Muhly.
Fuente: ECOticias
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