Si bien la superficie está casi toda sembrada salvo alguna excepción, capacitarse leyendo artículos como este nunca está demás. Con el objetivo de eliminar el 100 por ciento de las semillas de malezas resistentes antes de ingresar a un nuevo lote, el INTA difundió algunas herramientas que permiten reducir los problemas.

Este trabajo incluye consejos prácticos para implementar al momento de realizar la limpieza de las máquinas cosechadoras cuando se sale de un lote y se ingresa a otro, cuyo destino de la producción sea para grano o semilla. De esta manera se trata de evitar la contaminación con simientes de malezas, las cuales por haber permanecido y fructificado en estos lotes se destacan por presentar una fuerte resistencia al herbicida total glifosato.

1) Al finalizar la tarea de cosecha de un lote de producción, el personal encargado de la máquina cosechadora debe proceder a la limpieza general de la máquina, tratando de que el flujo de aire de la sopladora llegue a todos los órganos de la máquina.

Esta limpieza debe realizarse fuera del lote productivo y en un lugar de trabajo donde estas semillas no puedan germinar y generar un problema. El lugar adecuado es el patio de una casa de campo donde luego se pueda juntar y destruir esos simientes.

2) En máquinas convencionales, prestar mucha atención al momento de limpiar la zona de sacapajas, zaranda y zarandón, ya que es una zona donde quedan adheridas muchas semillas de malezas, dado que estas se encuentran en mayor proporción junto al material no grano (paja y granza) que ingresa a la máquina.

3) Importante destapar y limpiar delicadamente zonas críticas donde se alojan este tipo de semillas como son el sinfín de retorno y de grano limpio.

4) Destapar y limpiar la noria de granos del retorno y de grano limpio.

6) Limpiar minuciosamente el cabezal y toda la zona del embocador.

7) Una vez que se limpió con aire a presión los distintos órganos de la máquina, se debe poner en funcionamiento la cosechadora en vacío con el cabezal embragado, a las revoluciones de régimen para que las fuerzas de vibración que se produzcan ayuden a expulsar material que haya sido removido durante el proceso de limpieza con flujo de aire (sopladora). En esta operación el variador del ventilador o turbina de la cosechadora debe operarse al máximo de su capacidad.

Finalizado este proceso, se debe hacer fluir por todos los órganos internos de la cosechadora material seco con mucha hoja que ayude a barrer posibles semillas de malezas que pueden haber quedado ocultas durante el proceso de limpieza inicial.

Para esta etapa se recomienda ingresar un fardo de alfalfa desmenuzado con la cosechadora en funcionamiento, el cabezal y el molinete embragados y las tapas de los sinfines y norias cerradas. El fardo se debe proveer con una horquilla, colocándolo desmenuzado desde ambos extremos del cabezal y en forma continua para producir un flujo de material por los sistemas de trilla, separación y limpieza de la cosechadora.

Por seguridad del operario, debido a que se está trabajando con diversos órganos en movimiento (barra de corte, molinete, sinfín, etc.), el fardo debe colocarse desde la parte posterior del cabezal y con una horquilla. Para que este material sea tragado por la máquina debe colocarse el molinete a altura mínima, lo más cerca posible de la barra de corte sin dañar los dientes y con un régimen de vueltas elevado.

En el caso de cosechadoras que posean entre 200 y 300 hp de potencia se recomienda hacer procesar 1 fardo de alfalfa; entre 300 y 350 hp poner 2 fardos; y entre 350 y 450 hp poner 3 fardos. Se recomienda que el productor esté atento de proveer los fardos de alfalfa para asegurar una correcta limpieza de la máquina cosechadora.

Por la parte posterior de la máquina saldrá el fardo procesado, pero al hacer funcionar la máquina con los sinfines y norias cerradas las hojas que barren con las semillas adheridas se depositarán en la tolva de grano que también deberá ser accionada para la limpieza.

9) Una vez finalizado este proceso donde la máquina ingirió y expulsó material de fibra y hoja proveniente de un fardo utilizado como barredora interna de la cosechadora, se debe repetir todo el proceso de limpieza con sopladora de aire de la máquina (norias y sinfines abiertos) para descartar todas aquellas semillas y paja que fue removida por el interior de la cosechadora y que pudo no haber sido expulsada con el barrido del fardo.

10) Se debe prestar mucha atención a la limpieza del carro tolva que acompaña a la cosechadora, la cual también puede estar infectada con semillas de malezas resistentes.

11) A la hora de ingresar a trabajar a un lote destinado a semilla se debe tomar la precaución de descartar los granos de la primer media tolva que se coseche, para de esta forma asegurar que no se está contaminando estas semillas con la de malezas ingresadas a la máquinas en lotes anteriores.

En el caso de los lotes destinados a semilla, una vez descartado la primera media tolva de semillas, se debe sopletear la tolva autodescargable y también introducir medio fardo de alfalfa desmenuzado para limpiar las partes difíciles y ciegas de los sinfines.

Esta práctica es común en los productores de soja, trigo, avena, cebada, centeno y pasturas, entre otros que destinan lotes a producción de semillas, pero la limpieza de la cosechadora al cambiar de lote es para la cosecha de cualquier cultivo además de los mencionados (también puede ser para maíz, girasol, sorgo).

Fuente: Agromeat