El mercado brasileño, que compra cada temporada entre el 75 y 80% de la producción de la pasa de uva sanjuanina, salió al ruedo cerrando los primeros contratos con valores hasta un 16% más altos que la complicada campaña pasada, según publicó Diario de Cuyo.
También repuntó el precio que los exportadores pagaron a los viñateros. Es que en 2012, por un duro conflicto comercial entre los países, las pasas quedaron en medio del problema y por 54 días ni una sola caja de esta fruta cruzó la frontera, argumentando una supuesta presencia de un ácaro, que jamás las autoridades brasileñas pudieron detectar en las plantas industriales que inspeccionaron en la provincia en julio pasado.
Este problema había generado dudas para esta temporada en los exportadores, pero -a priori- la demanda no mermó y los precios aparecen en el horizonte como "razonables", explicaron fuentes del sector. A pesar del cimbronazo, la ‘brasildependencia’ no cambió nada y apenas hay un puñado de otros mercados que suman para el negocio (Colombia y Estados Unidos, principalmente).
Hoy la caja de pasas (de 10 kilogramos) se cotiza en el mercado de Brasil en orden a los 23 o 24 dólares. En tanto que un año atrás, en el mejor de los casos, promedió los 21,70 dólares. "Es una situación algo ambigua la que vivimos los exportadores. Por supuesto que estamos satisfechos con los precios con los que arrancó al temporada, pero cuando ponemos en la balanza los costos fijos que tenemos para cubrir, principalmente el tema de la mano de obra, nos damos cuenta que estamos a raya. No digo que no vayamos a ganar, digo que la rentabilidad cada vez se acota más y eso frena cualquier idea de nuevas inversiones", explicó el empresario Alberto Cassab. "En la medida que los precios con los que se arrancó la temporada trepen al menos un poco, vamos a salir gananciosos y así podremos cubrir también todos los problemas que tuvimos el año anterior", agregó por lo bajo otro pope de esta industria.
El "efecto mosto"
Los industriales consultados aseguraron que, la fin y al cabo, terminó beneficiando que mucha uva que antes iba con destino a pasa, en esta campaña haya recalado en el jugosa mercado del mosto. Este fenómeno provocó que no haya sobre oferta para el sector pasero.
En rigor, la uva que se consiguió, por ejemplo en la variedad Superior, se pagó sobre 1,30 pesos y una del tipo Sultanina, 1,60 pesos. En este sentido, los viñateros salieron gananciosos, en virtud que hubo variedades que se abonaron hasta un 40% que el año pasado.
Fuente: Infocampo
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