El Ministerio de Agricultura, Ganadería y Abastecimiento (MAPA, por su sigla en portugués) se beneficiará con una donación de US$39,2 millones del Departamento de Medio Ambiente, Alimentación y Asuntos Rurales (DEFRA, por su sigla en inglés) del gobierno del Reino Unido para invertir en agricultura con bajo nivel de emisiones de carbono, evitando la deforestación. De acuerdo con DEFRA “este proyecto forma parte del Fondo Internacional de Clima del Reino Unido”. El Banco Interamericano de Desarrollo (BID) administrará los recursos y la ejecución de la cooperación.
El proyecto ofrecerá financiamiento no reembolsable a pequeños y medianos productores de siete estados estratégicos de los biomas de la Amazonia (Mato Grosso, Pará y Rondônia) y la selva atlántica (Bahia, Minas Gerais, Paraná y Rio Grande do Sul), a fin de fomentar la adopción de prácticas de agricultura sostenible en esas regiones.
El financiamiento servirá para incentivar a pequeños y medianos productores con objeto de que recurran a fuentes de financiamiento ya existentes para llevar a cabo proyectos que usen tecnologías agropecuarias con bajo nivel de emisiones de carbono y proyectos de restauración mediante incentivos financieros y asistencia técnica.
El Brasil, llamado a desempeñar un papel protagónico en el logro del objetivo internacional de estabilización del clima, que incluye la reducción a la mitad de la deforestación en los países en desarrollo para 2025, alberga la mayor parte de los bosques primarios del mundo, así como una quinta parte del agua dulce y cerca de 20% de la biodiversidad mundial.
"Este proyecto es un piloto para el desarrollo estratégico de la agricultura brasileña y el impacto ambiental positivo que pretende lograr. Es una inversión en la lucha contra la deforestación mediante la agricultura sostenible y más que una cooperación entre los ministerios, se trata de un proyecto entre los gobiernos ", dijo Renato Brito, coordinador general de Sostenibilidad Ambiental del MAPA.
Simone Bauch, jefa del equipo encargado del proyecto, dijo que “este es un proyecto emblemático para el BID, tanto por su volumen (en términos de financiamiento no reembolsable) como por su alcance en lo que atañe a aspectos estratégicos del cambio climático”.
Además de los recursos financieros, habrá inversiones en actividades de capacitación, formación de capacidad y transferencia de conocimientos, a fin de mejorar la capacidad técnica de los productores para adoptar medidas orientadas al uso sostenible de la tierra con bajas emisiones de carbono, la ordenación forestal y la protección del medio ambiente.
Se prevé, mediante estas acciones, disminuir casi 11 millones de toneladas de emisiones de carbono en regiones estratégicas y reducir la pobreza y la vulnerabilidad de la población rural en las zonas que comprende el programa. La cooperación se desarrollará a lo largo de cuatro años y los recursos no son reembolsables.
fuente ecoticias
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