Entre las grandes economías desarrolladas, Australia tiene un perfil bastante particular, con una fuerte base de materias primas, como la minería, y también un importante componente agrícola.
Este tipo de industrias, por lo general, suelen estar asociadas más bien a economías emergentes. Pero la nación oceánica ha sabido introducir valor agregado y tecnología a estos sectores.
En ese sentido, los observadores siempre han considerado que Australia podría ser un modelo para el tipo de desarrollo al que podría aspirar un país como Chile.
Hoy, Australia está afrontando un desafío, a medida que la mayor capacitación e ingreso de su población lleva a más trabajadores a emigrar a otros sectores mejor remunerados, lo que encarece la mano de obra para sectores que son intensivos en este elemento, sobre todo para las faenas de cosecha.
También aquí, el dilema de Australia recuerda la situación que atraviesa Chile, que a medida que avanza hacia el pleno empleo ha visto cómo se disparan los costos para los agricultores.
La respuesta de la isla ante este dilema resulta interesante. Australia se ha convertido en el líder mundial en la robotización agrícola. Estos aparatos están realizando tareas cada vez más complejas realizadas con las cosechas, desde determinar si la fruta está madura, hasta definir si el suelo requiere fertilizantes.
Los robots podrían ser clave para mejorar la productividad del sector, que exportó US$ 38.800 millones en 2012.
Salah Sukkarieh, profesor de Robótica de la Universidad de Sidney señaló a Reuters que la siguiente etapa apunta a funciones más complejas como el riego y finalmente la cosecha. Ambos robots y un vehículo aéreo no tripulado desarrollados por su universidad han superado ya las pruebas de terreno y Sukkarieh estima que en diez años podría existir una granja completamente automatizada.
Los granjeros australianos, que dependen de temporeros para las cosechas, celebran las innovaciones. “Podría significar un importante ahorro”, señala Allan Dixon, dueño de un campo en Nueva Gales del Sur.
Actualmente Australia debe otorgar visas temporales a trabajadores de islas del Pacífico, Timor Oriental e incluso a jóvenes mochileros para poder realizar las cosechas.
Otros granjeros, sin embargo, son más escépticos.
“Las manzanas siempre deben ser cosechadas a manos por su fragilidad”, dice Lucinda Giblett, directora de una granja de Australia Occidental. “Incluso como podadoras, el uso de robots es limitado”, añadió.
Los obstáculos incluyen el alto costo de usa o arriendo de los equipos, pero eso debería ir disminuyendo a medida que se masifiquen.
El “supermercado” de Asia
La apuesta de Australia por aumentar la eficiencia de la agricultura está relacionada con la creciente demanda de sus vecinos asiáticos por alimentos, a medida que aumentan los ingresos de la clase media y requiere alimentos mejores y más variados.
“El auge de Asia está cambiando el mundo”, explicó el ministro de Agricultura, Joe Ludwig. “En 2050 el consumo mundial de alimentos será 75% mayor que en 2007, y casi la mitad de ese incremento vendrá sólo de China”.
Australia produce alimentos para 46 millones de personas, el doble de su población. El 15% de la fuerza laboral local participa en la producción de alimentos, el mayor empleador en la Australia rural y regional Australia, según Ludwig.
Actualmente la agricultura representa poco más de 2% del PIB, pero el gobierno estima que llegará a 5% en 2050. Su crecimiento es particularmente importante ahora que el sector minero se desacelera.
“La adopción de nuevas tecnologías será clave para que Australia mantenga su competitividad en términos de sector agrícola global”, señaló Luke Matthews, estratega de commodities del Commonwealth Bank of Australia.
Un proyecto robot en Chile
Un proyecto destinado a lograr un sistema automatizado de cosecha de tipo robótico realizan el centro público de investigaciones INIA Quilamapu y universidades de la Unión Europea (UE). La iniciativa es una posible respuesta a la creciente escasez de mano de obra para las labores de cosecha agrícola.
"Además de entregar respuestas a la cosecha de la fruta, estamos trabajando en imágenes con instrumental que permite 'ver' la fruta, detectar los niveles de madurez, y así cosecharla según los grados de calidad que se busquen, todo de manera automatizada", indica Lorenzo León, coordinador de los trabajos. El proyecto, denominado "Framework 7", se inició hace 24 meses y se encuentra en la mitad de un camino que tiene como finalidad crear una plataforma robótica de cosecha mecanizada con énfasis en la discriminación de calidad, distinto a otros sistemas de cosecha mecanizada que no logran discriminar el estado del fruto, según informa la entidad.
fuente df
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