Los anuncios de la Presidenta de la Nación sobre incentivos para la siembra del trigo confirmaron lo que mostraron los precios el lunes pasado, cuando el cereal bajó desde los 200 hasta los 192 dólares.
Es que el impacto de esas medidas no sería inmediato ni con certeza para los productores al tener nuevamente como base la estructura del compromiso del viejo programa Trigo Plus y acercarse a la devolución de los derechos de exportación que estuvo vigente para los pequeños productores del cereal.
La medida anunciada compromete la devolución del 23 por ciento del derecho de exportación a quien por medio de una declaración jurada informe su cosecha, para cobrar en la cuenta bancaria personal el reintegro.
En la práctica las retenciones se continuarán cobrando, irán al fideicomiso que funcionará en el Banco Nación pero con un control sobre el dinero a cargo de las cámaras Ciara (aceiteros), Capeco (exportadores), la cooperativa Agricultores Federados Argentinos (AFA), la Asociación de Cooperativas Argentinas (ACA) y la Federación de la Industria Molinera (Faim).
Luego la distribución del fideicomiso así constituido se realizará a partir de la finalización de la cosecha 2013/2014 donde se verá quienes son los verdaderos ganadores y perdedores del nuevo sistema, considerando la creciente inflación y la devaluación de la moneda.
Desde el gobierno confían que la medida tendrá un importante impacto en el área de siembra del cereal, que en la presente campaña registró una caída de casi el 32 por ciento respecto de la precedente llegando al nivel más bajo de los últimos 110 años. Sin embargo, el mercado por el momento está haciendo una lectura distinta.
Las intenciones de siembra muestran inicialmente una mejora de hasta el 10 por ciento respecto de los datos actuales. Los mejores precios del cereal respecto del año pasado a la misma fecha, se contraponen con los mayores costos que enfrentan el productor y la dificultad en la comercialización frente a otros cultivos alternativos.
El trigo igualmente continúa con limitaciones en las exportaciones que afecta el normal desarrollo del mercado para la formar precios.
La vigencia del sistema de cupo de exportación recorta la competencia entre los demandantes, con un sector exportador que luego de la experiencia de esta campaña –solicitaron Roe, pagaron derechos y no pudieron exportar–, difícilmente aparezca en el mercado hasta tanto no tenga certeza de la producción.
Esta actualmente abierta la posibilidad de solicitar Roes para exportar (unas cinco millones de toneladas) pero como marcábamos la semana anterior la capacidad teórica de pago está muy por debajo del precio de mercado, relación que deber acercarse para impulsar los negocios pero sin grandes cambios en los precios finales ya que la devolución de los derechos de exportación se realizarán después de la cosecha.
Así difícilmente veamos una mejora de los precios, a menos que los valores externos suban y las exportaciones se activen.
¡Necesitas ser un miembro de AGRO 2.0 para añadir comentarios!
Participar en AGRO 2.0