Lo dice economista Juan Llach. «Vamos por la mitad de una película que nunca tuvo final feliz»

Juan José Llach

El exviceministro de Economía Juan José Llach lamenta no poder ser optimista. Aunque espera este año un repunte en la actividad del 3,2%, desea que «Dios no permita que caiga el precio de la soja, porque con tal nivel de gasto nunca se ha dependido tanto de clima y de los granos». En diálogo con este diario dijo al respecto: «Vamos por la mitad de una película muy vista antes, que nunca tuvo final feliz». Aseguró además que «la tendencia de la inflación hoy es al alza» y que espera que en 2013 la brecha entre el dólar oficial y el paralelo se mantenga constante.

Aquí, lo destacado de la entrevista con Juan José Llach:

Periodista: ¿Cuáles cree que serán este año los factores económicos más problemáticos?


Juan José Llach: El más serio es la inflación. Luego sigue la menor inversión y baste mencionar al respecto que, como lo analizó el blog «La ciencia maldita» (Nota del redactor: de su hijo Lucas, también economista), según el INDEC sólo el 6,7% de los industriales piensa invertir en 2013 contra un 58,9% que no piensa hacerlo y un 34,4% que sólo terminará lo empezado. El tercero será el combo de deterioro fiscal y del balance del Banco Central. Descontando adelantos «transitorios» del BCRA (60.000 millones de pesos en 2012), el déficit fiscal terminó 2012 cerca del 4% del PBI. La deuda del Gobierno pasó del 45% de los activos del BCRA en 2011 al 55,8% en 2012. El gasto público consolidado llegó en 2012 cerca del 47% del PBI, insostenible y mayor que Alemania o el Reino Unido.

P.: Pero el gasto se contuvo más que en otros momentos.


J.J.Ll.: En realidad, después de un trimestre agosto-octubre de cierta prudencia fiscal se volvió a las andadas en noviembre. Se optó por vivir peligrosamente, pateando los conflictos para adelante. Dios no permita que caiga el precio de la soja, porque con tal nivel de gasto nunca se ha dependido tanto de clima y de los granos. Vamos por la mitad de una película muy vista antes, que nunca tuvo final feliz.

P.: ¿Ve alguna medida acertada que se esté encarando para solucionar temas pendientes de 2012?


J.J.Ll.: Es muy difícil entender por qué no se hace un plan de estabilización concertado, lo más rentable electoralmente para el Gobierno. Tampoco se entiende su obcecación respecto del mínimo de Ganancias, que acentúa la pelea con los sindicatos, hace imposible la meta de paritarias al 20% y cierra la puerta a la concertación imprescindible para estabilizar. Lo más probable es que el Gobierno opte por la alternativa más fácil y peligrosa de seguir aumentando la base monetaria y el gasto bastante por encima del 30% anual. Otra cosa que cuesta muchísimo entender -salvo que se esté aspirando a un imposible Premio Nobel- es que se afirme que una emisión a veces del 40% anual es neutral para la inflación y no perjudica en especial a los más pobres. La tendencia de la inflación hoy es al alza.

P.: ¿La advertencia del FMI de sancionar a la Argentina si no transparenta los índices estadísticos tendrá impacto en las decisiones oficiales?


J.J.Ll.: La sanción del FMI -organismo paralizado por las culpas de sus errores del pasado- puede llegar, pero no es improbable que siga una inteligible negociación jugando al distraído de la horrible falacia estadística en curso.

P.: ¿Confía en que habrá un repunte en la actividad económica tan fuerte como se espera?


J.J.Ll.: Veo el PBI aumentando un 3,2%, por Brasil, el agro y la política electoral muy expansiva. Si la cosecha gruesa es buena (en maíz no menos de 25 millones de toneladas y la soja cerca de 55 millones de toneladas), puede ser algunas décimas más, para alegría de los tenedores de los cupones atados al PBI. Será un aumento del Producto Bruto, pero con poco crecimiento dada la pobreza de la inversión en cantidad y calidad.

P.: ¿La mejora flexibilizará las condiciones para importar?


J.J.Ll.: Con buenas cosechas, el superávit comercial apunta a más de 15.000 millones de dólares en 2013 y podría haber un módico obsequio electoral de permisos de importación y de compra de dólares turísticos.

P.: ¿Y esto modificará el escenario para el tipo de cambio en 2013?


J.J.Ll.: El BCRA bajará el ritmo de devaluación, que llegó al 22% anualizado en diciembre. Pienso en un 16% diciembre contra diciembre para oficial y el paralelo, o sea, una brecha que se mantiene constante.

P.: ¿Cómo cree que ser resolverá el conflicto con los fondos buitre en Nueva York?


J.J.Ll.: Ya ha habido un avance y hay que lamentar que no hayan llegado antes. En Estados Unidos me parece que fallarán un pari passu que incluya los intereses caídos, lo que le crea un problema al Gobierno, aunque el relato es tan flexible que pasará a ser: «No les pagamos a los buitres lo que pedían, sino igual que a todos».