La sequía provocó una considerable falta de alimento para los animales, que los llevó a la desnutrición y la muerte. El cálculo estimado indica que la producción se vio afectada en un 70%. “Es fácil imaginar que perder 70 de cada 100 animales es un desastre. Lamentablemente no hay alimentos por la sequía, todo está seco, desértico; no creció el alimento natural que es el pastos. Los animales están flacos y nadie los compra. Tampoco hay dinero para comprar alimento para reemplazar el pasto y todo se vuelve una cadena. Hoy muchas familias están desvastadas”, dijo el productor Fausto Valdiviezo.
Los ganaderos están gestionando hoy una ayuda similar a la otorgada a los productores agrícolas. “Necesitamos con urgencia alfalfa para ver si podemos recuperar algunos vacunos. Muchos que aún permanecen con vida son irrecuperables. En nuestro caso, además de alimentos, serán necesarios terneros para intentar volver a comenzar rodeos nuevos”, dijo Valdivieso.
En el Valle de Siancas aún las lluvias no se hicieron presentes. La falta de humedad, el viento y el polvo en el ambiente son las características de un clima que continúa en un constante cambio. El panorama de la producción ganadera es incierto.
Pérdidas millonarias
Hace dos temporadas la sequía golpea fuerte en toda la provincia y generó pérdidas millonarias para los productores y la economía regional. El lunes pasado la Provincia declaró la emergencia hídrica en toda Salta por el lapso de un año. Diversos estudios determinaron que el consumo humano, el riego, las industrias y la minería tienen un déficit en la mayoría de los departamentos salteños.
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