La cada vez más escasa mano de obra, la rapidez con que se cosecha a máquina -que trabaja de día o de noche y sin conflictos laborales-, y los costos son las razones que hacen que esta tendencia se vaya asentando en la vitivinicultura sanjuanina. Hay que aclarar que el uso se está extendiendo en las plantaciones de variedades de alta calidad enológica con el sistema de conducción de espaldera, que son los que permiten que la cosechadora pase entre las hileras recolectando las uvas. Pero en San Juan sigue predominando el parral como estructura para variedades de alto rendimiento, para vinos básicos, mosto, consumo en fresco o pasas. El 90 por ciento de los 47.200 viñedos que hay en San Juan son parrales. Si bien han aparecido algunas máquinas cosechadoras para parral, son a nivel experimental y aún sin buenos resultados. Entre los productores que optaron por mecanizar sus viñas está bodega Casa Montes SA, que actualmente está recolectando sus variedades blancas de Chardonnay para base de espumantes con una cosechadora mecánica. “El año pasado usamos la máquina para no más del 40 por ciento de nuestras uvas, pero este año lo vamos a incrementar. Más del 50 por ciento serán cosechadas mecánicamente”, dijo Pedro Peregrina desde ese establecimiento. En bodegas con gran cantidad de hectáreas, como Peñaflor y Las Moras, directamente han adquirido esa tecnología “porque no hay mano de obra disponible”, aseguró Claudio Rodríguez. “Hemos comprado una cosechadora y vamos a recolectar variedades tintas y blancas, todo lo que podamos. Un 50 por ciento del total de hectáreas serán levantadas con la máquina”, agregó desde ese emprendimiento. Gerardo Danitz, de bodegas Graffigna, contó que esa firma posee la mitad de sus viñedos propios con espaldera “y gran parte de ellos será cosechado esta año a máquina”. “Es una salida para la gran falta de mano de obra, todos tratamos de mecanizar, si se pudiera, ¡haríamos el cien por ciento mecanizado!”, aseguró. En coincidencia, Daniel Ekkert, del emprendimiento zondino Santa Sylvia, estimó que “el día de mañana, salvo alguna parcela que se quiera reservar para un vino de muy alta gama, el resto va a ser mecánico”. Dijo que en esa finca se cosechará a máquina “todo lo que se pueda”, agregó que el par de máquinas que alquilarán “vienen con gran tecnología” y especificó que traen despalilladoras, selectores de grano e imanes para captar hasta algún alambre que no vaya a dañar las bodegas. Aunque nadie dio valores finos en cuanto a costos, Ekkert aseguró que la cosechadora mecánica es más rápida y que resulta entre un 20 y un 35 por ciento más barata que la mano de obra.
Fuente: Agromeat
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