Cuando el mercado agrícola de referencia se acerca a los meses en los cuales el clima marca el ritmo de los precios, el comportamiento de las cotizaciones locales es más firme de lo habitual.
Chicago muestra volatilidad a partir de la lectura que se realiza del impacto del retraso de las siembras estadounidenses en los rindes potenciales.
Según el informe semanal del Usda sobre los cultivos, el avance de las siembras fue importante, llegando a los niveles esperados por los operadores pero debajo del año pasado a la misma fecha y del promedio de los últimos cinco años.
Para el maíz el avance alcanza el 91 por ciento del área frente al ciento por ciento del año pasado y el 95 por ciento del promedio. En el caso de la soja, la implantación esta avanzada un 57 por ciento frente al 93 y el 74 por ciento del promedio.
Con los datos anteriores son cada vez más los analistas del mercado que proyectan, a partir de las siembras actuales, cambios en la cobertura de ambos productos.
Se esperan cambios a la baja en el área de maíz para incrementar la de soja, datos que recién se confirmarían en el informe del Usda de fines de junio mientras que para la próxima semana, en el informe mensual, se proyectan ajustes en los stocks finales de la campaña 2012/2013 y cambios menores en las proyecciones 2013/2014.
A la espera de los datos y la evolución del clima, las cotizaciones futuras continúan con volatilidad y mostrando diferencias entre las cotizaciones de la presente campaña y de la futura. La diferencia entre la posición julio y noviembre de soja en Chicago volvió a ampliarse a niveles de 85 dólares, mientras que el impacto local es menor.
Los precios de la soja disponible continúan firmes con valores de la pizarra de Rosario que volvieron a reflejar los mercados a término alcanzando los 1.740 pesos.
Buscado, hay recompensa. Los actuales niveles de precios igualmente no generan el interés esperado del lado de la oferta que solo vende la soja necesaria para cubrir sus pagos y privilegia las oportunidades del mercado de maíz.
El cereal continúa siendo buscado por la exportación para sus compromisos externos, con embarques en los próximos 20 días por casi 3,3 millones de toneladas, y poco flujo hacia las terminales portuarias para cumplirlos.
Los precios del maíz con descarga continúan en niveles de 1.100 dólares (208 dólares) a pesar del avance de la cosecha que se llega al 70 por ciento del área sembrada.
El productor vende maíz y retiene soja, situación que preocupa al Gobierno al declarar la presidenta “sabemos lo que están haciendo” al referirse a la caída en los ingresos por derechos de exportación y responsabilizar al sector agropecuario de que no se haya logrado un récord durante mayo.
Los números mostrados en esa oportunidad están lejos de los máximos históricos como consecuencia de los adelantos que realizaron los exportadores de las retenciones de maíz y soja por pedido del gobierno a partir del mes de marzo.
De esta forma, los ingresos posteriores fueron menores aún cuando el productor continúa realizando negocios.
La caída de los precios respecto del año pasado y la ampliación de la brecha entre el dólar oficial y el informal motiva la menor oferta de la oleaginosa, que tiene implícita una retención del orden del 65 por ciento.
fuente lavoz
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