El anuncio de un instrumento para devolver retenciones a los productores de trigo (a cargo de la Presidenta, el pasado lunes) abrió la puerta a más demandas, en cascada y en la misma dirección de una virtual mejora cambiaria para el aparato productivo.
En el caso del trigo, los productores asociados a las cooperativas tendrían, en principio, una mejor perspectiva de capturar una mejora futura y nominal de precios. Esto en razón de cómo es la dinámica que lleva adelante el Gobierno nacional, a través del secretario de Comercio Interior Guillermo Moreno, en el reparto de los cupos de exportación.
Pero, si hay que buscar un dato positivo, hacía tiempo que en la esfera oficial no se insinuaba un anuncio sobre las retenciones, máxime cuando se trata de una disminución o eliminación.
También muchos se preguntan por qué el Gobierno no avanzó un paso más y eliminó las retenciones al cereal. Con eso no quedarían dudas acerca de la efectiva restitución a los productores. Esas dudas se asientan en que las empresas tienen como experiencia la mora oficial en el pago de reintegros de diferentes fuentes, entre ellos del IVA en granos, con atrasos que llegan al año y medio. El costo financiero y de la incertidumbre debe ser asumido por los privados.
La Presidenta dijo que la restitución de retenciones ayudará a reactivar la alicaída superficie triguera y a resolver la puja distributiva entre molineros, exportadores y productores. Pero muchos dudan de esta posibilidad. Según los diputados radicales Jorge Chemes y Lucio Aspiazu, de la UCR, no tiene sentido cobrar retenciones para después devolverlas. O enviarlas a un fondo que administrarán exportadores y molineros, que durante seis campañas, “se quedaron con la tajada del león del precio del trigo”.
En medio de las tensiones cambiarias y de un tipo de cambio relegado, la señal a favor de los productores trigueros no encontró un eco muy optimista entre las organizaciones que los representan.
“La inflación demolió la competitividad del sector”, volvieron a advertir el mismo día del anuncio presidencial los integrantes de la Mesa de Enlace, durante una asamblea de productores en Río Colorado (Río Negro), núcleo de una de las mayores economías regionales exportadoras, la de peras y manzanas.
El Ieral de la Fundación Mediterránea, en su informe de coyuntura, mencionó esta semana que existen diversos productos de economías regionales para los que la ecuación de ingresos y costos se ha deteriorado en forma más pronunciada que en el caso del trigo.
Las retenciones para productos de economías regionales son más bajas, pero su incidencia sobre el valor agregado es significativa. Este tipo de medidas produce efecto por “única vez”, mientras lo que afecta tendencialmente la competitividad es la inflación en dólares, advirtió.
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