Durante la sexta degustación organizada por el INTA, los nuevos tipos desarrollados en la región de Cuyo (Argentina) pasaron los estándares de calidad. Detectaron que el consumidor elige por forma y aspecto general, lo que no siempre se corresponde con el sabor del producto.
Con alto porcentaje de aceptación por parte de más de medio centenar de evaluadores, dos nuevas líneas experimentales de tomate para consumo en fresco seleccionadas por el INTA, están a punto de entrar en la fase de difusión para su cultivo comercial. Se trata de las variedades LC 316 y LC 782.
La novedad surgió como conclusión de la sexta degustación de tomate, enmarcada en el módulo de Mejoramiento Genético del Proyecto Tomate del INTA, que lleva adelante la Estación Experimental Agropecuaria La Consulta de ese organismo. Esta es una iniciativa motivada en aspectos de política tecnológica y fundamentalmente en la demanda de pequeños productores y consumidores.
Este año, la degustación tuvo lugar en la Cátedra de Bromatología de la Facultad de Ciencias Agrarias de la UNCuyo y contó con la participación, entre otros, de Lucía Vignoni, Nancy Ventrera, Estela Coria y Olga Tapia.
En esta oportunidad, el modelo experimental evaluativo se limitó a tres materiales: un testigo comercial, de amplia difusión en las zonas de cultivo de tomate, y dos líneas experimentales a difundir por el INTA.
El método seguido fue de prueba de consumidores con la participación de 57 jueces, que contempla dos evaluaciones: preferencia, donde se elige y se explica la selección; y aceptación, con una escala de 1 a 5, donde mayor número indica mejor cualidad.
La evaluación se efectuó, en primer lugar, sobre la impresión visual del tomate entero en mitades (preferencia del consumidor por la forma, color, aspecto general, etc.). Luego, el sabor (tomate cubeteado), donde el consumidor ignora a qué muestra de tomate entero corresponde cada evaluación.
La preferencia del consumidor por tomates enteros y mitades se concentró en la muestra de LC 316 (material del INTA), en el rango de muy bueno a excelente en un 72% y 82%, respectivamente, mientras que el testigo comercial, alcanzó en este aspecto y en el mismo rango un 60%. En cuanto a sabor, el testigo obtuvo un 72% de aceptación -rango de muy bueno a excelente- y el material LC 316, un 64%.
El responsable del programa Mejoramiento genético del tomate de la EEA La Consulta del IN TA, Guillermo Gallardo, comenta que estos resultados indican que el consumidor elige por forma y aspecto general, pero admite que "ello no siempre se corresponde con el sabor preferido, para la mayoría de los evaluadores".
Concluye que "el desafío entonces, para los fitotecnistas, es asociar la forma preferida con el sabor preferido en las evaluaciones". Aunque aclara que "de cualquier modo, el material seleccionado por el INTA es muy promisorio en cuanto a la preferencia por el aspecto general y el sabor, con un alto porcentaje de aceptación".
Las preferencias
Gallardo apunta que "de las experiencias previas de degustación, se rescata -como un resultado de interés para el sector productor y comercializador de tomate fresco- que los tomates de góndola, aquellos que han sido cosechados sin alcanzar la madurez plena en planta, fueron identificados por los catadores como de menor aceptación".
Considera que "estos datos debieran ser relevantes para el sector si se quisiera tener en cuenta la opinión de los consumidores, por cuanto significaría modificar algunas prácticas de cultivo y mercadeo".
Pero además, es un dato "muy interesante para potenciar el desarrollo de los mercados de proximidad, muy relacionados a la pequeña producción, donde no sería necesario cosechar los frutos en un estado de maduración apenas inicial".
En este caso, también se estaría produciendo "con un mayor cuidado ambiental, por cuanto la huella de carbono se reduciría, al evitar el transporte desde largas distancias".
Fuente: Losandes.com.ar
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