La faena masiva de hacienda, en muchas situaciones, es la única manera que tienen los productores de generar ingresos luego de haber perdido toda o la mayor parte de la cosecha gruesa correspondiente al ciclo 2012/13. En otros casos es la única alternativa posible al no disponer de recursos forrajeros ni financieros para alimentar a los animales.
Las estadísticas oficiales del Senasa, que el año pasado registraron un estancamiento del stock ganadero en el NOA y Córdoba, en lo que va de este año comenzaron a detectar una caída de las existencias bovinas con reducción de stock de vacas y vaquillonas (cifras que serán públicas recién en 2014).
La contrapartida del fenómeno registrado en el NOA es un crecimiento del stock bovino en la mayor parte del NEA (donde las condiciones de humedad son buenas a óptimas).
La cuestión es que el gobierno nacional sigue sin reconocer la emergencia agropecuaria en las regiones bonaerenses afectadas por inundaciones.
El gobierno nacional aún no reconoció la emergencia agropecuaria en las zonas del norte del país afectadas por sequía (y todo indica que ese reconocimiento, tal como sucedió con las zonas bonaerenses inundadas en 2012, jamás se concretará).
Al no ser reconocidas como zonas en emergencia por el gobierno nacional, los productores ganaderos salteños, tucumanos, santiagueños y cordobeses afectados por la sequía no pueden hacer uso de los derechos previstos en la Ley de Emergencia Agropecuaria (26.509).
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