Lo único que quería Isabelle Tavares, de seis años, era un tentempié. En su lugar, encontró una araña errante acechando en un racimo de bananas.
"Me gusta mi araña", dice Isabelle mientras sujeta una placa de Petri con la araña muerta en su interior. No obstante, la prefería cuando estaba viva y coleando. Su madre, Jennifer Tavares, no opina lo mismo. Asegura que todavía estaba conmocionada por haber encontrado la araña.
"No podía creerme que fuera real", explica.
Tavares cuenta que Isabelle fue a coger una banana del frutero y entonces fue hacia su madre gritando.
Isabelle no fue la única que se asustó.
"Al principio la araña estaba bastante alterada", continúa Tavares. Cuando vio la araña, que medía unos cuantos centímetros de ancho, apenas podía reunir el valor para atraparla. "Y normalmente las arañas no me dan miedo".
No obstante, la capturó en un recipiente de plástico que envolvieron con abundante cinta adhesiva. El cuñado de Tavares, Roman Davis, buscó la araña en Internet y, con la ayuda de los otros hijos de Tavares, Trevin y Natalie, la identificaron provisionalmente como una mortal araña errante brasileña.
Mantuvieron a la araña en el recipiente de plástico hasta el día siguiente, cuando la llevaron a Daily News. Ese mismo día por la tarde, la araña estaba en manos de Scott Walker, biólogo del Departamento de Pesca y Caza de Alaska.
Walker es capaz de identificar la mayoría de tipos de arañas. "Viene gente a buscarme cuatro o cinco veces al año", admite. Según él, este es un caso especial. La araña estaba viva y razonablemente sana cuando Walker retiró la cinta adhesiva del recipiente y la vio por primera vez. Cuando le dio la luz, la araña empezó a dar vueltas rápidamente.
Walker practicó la eutanasia a la araña rociando alcohol isopropílico en el recipiente. La araña tardó varios minutos en morir. Una vez estuvo totalmente seguro de que había muerto, Walker la examinó con un microscopio.
"Tiene seis ojos", dice. El número de ojos y su disposición pueden ser un método efectivo para identificar la familia de la araña. Walker se ayudó de algunas imágenes para su búsqueda, pero la araña era tan poco común que le llevó un día determinar con seguridad que se trataba de una araña errante.
"Pero no es brasileña", indica. Walker dice existen aproximadamente 200 miembros en la familia de las arañas errantes o Ctenidae. Algunas son venenosas para los humanos, otras no. No puedo determinar cuál de los dos tipos era.
Lo que es más, como subraya Walker, no se sabe de dónde procede la araña ni cómo llegó a Ketchikan (Alaska). Podría proceder de Sudamérica o cualquier ciudad portuaria por donde pasen los barcos de camino a Ketchikan. Incluso es posible que la araña saliera del huevo en Ketchikan, aunque Walker asegura que es la primera vez que ve una araña así.
Al día siguiente, Walker entregó a Isabelle y su familia la araña muerta en un frasquito lleno de alcohol. Jennifer Tavares cuenta que la araña tiene un lugar reservado en su estantería. Incluso dos días después, dice que estaba aterrada; todavía no puede volver a comer bananas.
"Voy a pelar todas las bananas antes de meterlas en el carrito de ahora en adelante", asegura.
Fuente: therepublic.com
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