Científicos de la Universidad de Florida tuvieron exitosos resultados aplicando luz LED a futas y plantas.
Los resultados de un nuevo estudio realizado por investigadores de la Universidad de Florida (EE.UU.) reveló cómo las longitudes de onda de luz específicas pueden manipular los compuestos volátiles que controlan el aroma y sabor en varios cultivos de alto valor, como la petunia, tomate, frutilla y arándano.
Si bien ya se sabe que las plantas responden a la luz en una variedad de formas y maneras, los resultados de la nueva investigación abren la puerta a más estudios sobre las formas en que la luz puede -algún día- ser utilizada para mejorar el sabor y contenido nutricional de las frutas, verduras y hierbas, e incluso el olor de las flores, como señaló Thomas Colquhoun, profesor asistente de horticultura ambiental en la UF y autor en jefe del estudio.
De acuerdo a lo reportado por la Universidad, el equipo comenzó los experimentos con petunias, exponiéndolas a la estrecha banda de luz LED en diferentes longitudes de onda. Ahí, encontraron que una clave floral volátil llamada 2-feniletanol aumentó cuando la planta fue expuesta a los tratamientos de color rojo y rojo lejano (tono del espectro de colores que los humanos no pueden detectar, pero sí las plantas).
Se realizaron pruebas similares en el tomate, frutilla y arándano, encontrando que los volátiles de sabor en cada una de esas frutas podrían ser manipulados con luz.
Kevin Folta, presidente del Departamento de Ciencias de Horticultura de la UF indicó que, a pesar que los volátiles del arándano fueron mínimos, aún así los cambios fueron estadísticamente significativos.
Probablemente la tecnología llegará a las secciones de productos frescos en supermercados, invernaderos y empresas de alimentos implicados en el manejo de post-cosecha y el transporte marítimo, dijo Folta. Los consumidores también podrían encontrar -algún día- esta tecnología en sus hogares.
“Podrías incluso verlo en tu refrigerador. En vez de que el cierre de la puerta haga que la luz se apague, podría ser a la inversa y encenderse la luz”, indicó Folta, quien agregó que “todo va a suceder de una manera que influye positivamente en los perfiles de sabor de alimentos”.
Según lo informado, ahora el equipo se encuentra trabajando en un estudio con una profesora de odontología de la UF para probar si los consumidores pueden notar las diferencias en la fruta tratada con luz.
El estudio fue publicado este mes por la revista Postharvest Biology and Technology.
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