Falta de fiscalización se traduce en productos adulterados y mal etiquetados, los que debilitan la competitividad
La producción de
aceite de oliva en EE.UU. ha aumentado rápidamente en los últimos años en respuesta a una mayor demanda global. Sin embargo, la inversión ha disminuido debido a la preocupación de los productores estadounidenses de que su posición competitiva en el mercado de EE.UU. se ve amenazada por la falta de una supervisión regulatoria.
Así lo dio a conocer la U.S International Trade Commission (USITC) en su publicación: “
Aceite de oliva: Condiciones de la competencia entre EE.UU. y las p...“, informe que fue solicitado por el U.S House Ways and Means Committee y que proporciona información sobre la producción, consumo y comercio del producto, con una visión general del mercado internacional del
aceite de oliva, así como el de EE.UU. y otros países proveedores importantes.
El informe destaca que, si bien la producción de aceite de oliva en EE.UU. sigue siendo pequeña a escala global, este país es uno de los pocos productores no tradicionales que está respondiendo al aumento de la demanda global, por lo que la producción se ha incrementado rápidamente en los últimos años.
Sin embargo, las inversiones en la producción de aceite de oliva se han desacelerado a consecuencia de los bajos precios mundiales luego de fuertes cosechas en España y debido a la preocupación entre los productores estadounidenses de que su posición competitiva en el mercado nacional se ve amenazada por la falta de supervisión regulatoria.
Se señala además que las normas internacionales vigentes para el aceite de oliva extra virgen permiten una amplia gama de cualidades que se comercializan como “extra virgen”. Además, los estándares no se ejecutan. Existen pruebas obligatorias con sanciones por incumplimiento sólo en Canadá y la Unión Europea (UE). No obstante, las pruebas en la UE sólo son obligatorias para una parte muy pequeña de la producción (0,1%).
De esta manera, las normas generales -y no forzadas- conducen a productos adulterados y mal etiquetados, lo que debilita la competitividad de los productores de alta calidad, tales como los de EE.UU., que tratan de diferenciar su producto basado en la calidad.
El documento del USITC indica además que los programas gubernamentales de apoyo de la UE contribuyen a elevar los suministros totales de aceite de oliva, lo que reduce los precios mundiales de éste. Muchos pequeños productores de la UE se basan en costosos métodos tradicionales de producción y tienen costos que son iguales o superiores a los precios mundiales. Así, debido a que algunos de estos productores podría cesar la producción en ausencia del apoyo de la UE, la Common Agricultural Policy (CAP) tiene el efecto indirecto de aumentar la oferta mundial de aceite de oliva y la reducir los precios.
Además, los vendedores de aceite de oliva tienen como objetivo diferenciar sus productos de marca y el nivel de calidad, pero el precio sigue siendo uno de los factores más importantes en las decisiones de compra de los consumidores estadounidenses. Esto se debido -en parte- a la falta de conciencia de los consumidores sobre las diferencias de calidad. El informe consigna que los consumidores estadounidenses, por lo general, no están familiarizados con la gama de calidades de aceite de oliva y sus usos.
Dato
El reporte incluye además un análisis de los factores que afectan a la competitividad de los principales países productores de aceite de oliva y una evaluación del rol de las importaciones y otros factores, tales como las normas y los precios, en el consumo en Estados Unidos.
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