En un esfuerzo por proteger mejor la salud pública de los brotes de enfermedades transmitidas por éstos y del retiro de alimentos del mercado, los gobiernos en todo el mundo están implementando nuevas regulaciones respecto de la trazabilidad alimentaria
El Instituto de tecnólogos de alimentos, (IFT, por sus siglas en inglés) anunció un nuevo artículo disponible en internet a través del Journal of Food Science. Esta publicación es una tentativa para incentivar y comenzar con el proceso de lograr un enfoque multidisciplinario y multifuncional en toda la comunidad alimentaria respecto a la trazabilidad.
El artículo incluye las actas de las tres cumbres de investigación de trazabilidad llevada a cabo por IFT donde 50 expertos en los sectores de alimentos y tecnología fueron convocados para discutir, en primer lugar, qué se entiende por trazabilidad, cómo se puede lograr pragmáticamente, y finalmente, por qué es importante hacerlo.
Con esto se preparó el terreno para una colaboración precompetitiva intersectorial de múltiples partes interesadas en un movimiento hacia una mayor trazabilidad de la industria alimentaria. Además, incluye el resumen ejecutivo de planes piloto del seguimiento de productos alimenticios llevados a cabo por la IFT y la FDA evaluando la necesidad de requisitos adicionales en el mantenimiento de registros para mejorar las prácticas reguladoras actuales de trazabilidad en la industria.
Adicionalmente, se incluye un resumen de un estudio financiado por el Centro Nacional de protección de alimentos y defensa sobre la interoperabilidad de las tecnologías de trazabilidad.
La IFT ha participado en la discusión sobre trazabilidad durante casi una década. Recientemente, puso en marcha el centro de trazabilidad alimentaria Global, una asociación colaborativa pública/privada, sin fines de lucro. Esta entidad reúne a los actores claves en el sistema agroalimentario para colaborar en proporcionar soluciones de seguimiento de un producto puntual y sirve como una fuente autorizada, científica e imparcial para la trazabilidad de los alimentos. Con esto se ayudará a que las empresas mejoren las rutas de sus productos a través de la cadena de suministro, para mejorar la inocuidad de los alimentos, mitigar los riesgos y evitar consecuencias devastadoras para la salud así como las repercusiones económicas en el sistema alimentario.
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