Más de 10 billones de abejas han desaparecido en Estados Unidos. La cifra, divulgada por la Asociación de Apicultores de este país, no solo preocupa a esta nación sino también a Guatemala y a Brasil, que se enfrentan a situaciones similares. Una serie de estudios identifica las posibles causas de esta desaparición: efectos del cambio [...]
Más de 10 billones de abejas han desaparecido en Estados Unidos. La cifra, divulgada por la Asociación de Apicultores de este país, no solo preocupa a esta nación sino también a Guatemala y a Brasil, que se enfrentan a situaciones similares.
Una serie de estudios identifica las posibles causas de esta desaparición: efectos del cambio climático y uso de los pesticidas.
En Ecuador también se han dado alertas sobre la disminución de poblaciones de abejas. Además, se advierte de amenazas que recaen sobre otros animales polinizadores como las mariposas, los murciélagos y las aves, en especial los colibríes y las tangaras.
Los investigadores sostienen que el problema en el país es que no existen suficientes estudios de estas especies y que por eso no se puede hacer una comparación confiable entre lo que había y lo que queda.
Aunque en el país no hay datos exactos sobre el tema, con base de datos mundiales se citan dos factores de riesgo: cambio climático y pesticidas. Y se agregan dos más: las enfermedades a las que se exponen y la pérdida de hábitats.
Los polinizadores son muy sensibles a los cambios que afectan a los bosques o a ecosistemas agrícolas. Uno de los problemas a los que se enfrentan son las maneras de practicar agricultura: hoy es intensiva, solo hay monocultivos y se desbroza el bosque alrededor.
La pérdida de ecosistemas naturales es otra de las razones por las que todos estos animales voladores padecen, ya que deben migrar otros sitios en busca de alimento.
Este es el caso específico de los murciélagos. De las 170 especies que existen en Ecuador, 18 son nectarívoros (es decir, se alimentan de flores) y de estas, cinco tienen algún tipo de riesgo en su conservación. En una noche, un murciélago puede comer hasta 700 insectos.
Sin ellos se alteraría el equilibrio. Otra característica es la capacidad de ecolocación para movilizarse dentro de lugares oscuros sin chocarse.
Uno de los efectos del cambio climático es el calentamiento global y a escala local eso produce cambios en microclimas. Por ejemplo se disminuye la humedad en sitios necesarios para que las abejas vivan. Otro problema que mencionan los investigadores es que en esa pérdida de hábitats, a causa de la tala de bosques o de cambio de uso de suelo, también se pierden especies vegetales que son alimento principal de los polinizadores.
En la última década, el término de cambio climático, se ha sumado a la lista de preocupaciones para estos animales.
Los murciélagos
En el Ecuador, los murciélagos están distribuidos en todo el país y viven en diferentes ecosistemas. Se encuentran desde el nivel del mar hasta 4 000 metros de altitud.
Estas especies están en selvas húmedas, bosques secos, campos e incluso en ciudades.
Un murciélago puede tener dos gestaciones cada año y, en promedio, tener por lo menos tres crías en cada ocasión. Este animal, en promedio, puede vivir hasta 16 años.
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