Un factor que juega en contra para que no suba sensiblemente el área es que “en aquellas zonas de mayor fertilidad ya se ha dedicado todo lo que se pudo a la agricultura. Si se diera un aumento pasaría por aquellos lugares marginales para esta práctica” dijo a El País el presidente de la Cooperativa Agraria Nacional (Copagrán), Mathías Mailhos.
“Por un lado en estas tierras de menos calidad, los resultados no han sido tan buenos en años anteriores, y por otro las mismas se encuentran alejadas de los puertos y el costo de los fletes conspira demasiado contra su rentabilidad”, agregó.
Según cifras oficiales del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP), en la pasada zafra se sembraron 1.049.700 hectáreas de soja, las cuales dieron un rendimiento promedio de 2.634 kilos por hectárea, el más alto de la historia para este cultivo.
Miguel Carballal, directivo de la Asociación Uruguaya de Siembra Directa (Ausid) coincidió con Mailhos en las razones de que no se espera una suba pronunciada, al tiempo que añadió que “los precios si bien no son malos, son más bajos que en otros momentos, lo cual no hace que los productores corran enloquecidos a plantar en cualquier parte. De todas formas, y pese a los elevados costos, la soja sigue siendo y con diferencia el negocio agrícola más rentable”.
Nueva
Una de las novedades que traería esta campaña de cultivos de verano, será una suba en los rendimientos. Ello se debe a que comenzará a utilizarse la variedad de soja “Intacta”, creada por la empresa Monsanto.
Marcos Carrera, gerente de asuntos corporativos de esta compañía recordó que la misma, además de ser resistente a glifosato y a lagarta, otorga 10% más de rendimiento. “Esto permitirá una gran penetración de la misma localmente, ya que los resultados que se obtienen en Uruguay son bajos en relación a otros países de la región”, dijo.
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