AGRO 2.0 URUGUAY Prevén un aumento en la venta de campos en el segundo semestre

Los operadores esperan que la compra-venta de campos uruguayos tenga un repunte en el segundo semestre del año. La tierra dejó de ser un bien especulativo y la mayoría de los compradores son uruguayos.

En el primer semestre del año se dieron pocas operaciones, siendo mayormente de compradores locales. La venta de 141 padrones rurales de 45.000 hectáreas en total que realizó Montes del Plata al grupo estadounidense GMO por cerca de US$ 140 millones tal como reveló ayer El País, son operaciones muy excepcionales.
La mayoría de los negocios son de uruguayos que ya están en el campo, que habían pertenecido a la agropecuaria en el pasado y están re-dirigiendo nuevamente su capital al rubro u otros de fuera del sector, afirmó a El País el operador Romualdo Rodríguez.
Se está quebrando la tendencia que se dio desde el 2002 a esta parte, en donde los compradores eran mayoritariamente extranjeros y fundamentalmente argentinos. “En el caso de los inversores y productores de la vecina orilla, el parate en la adquisición de tierras en Uruguay se debe, fundamentalmente, a las dificultades existentes en ese país para mover capital”, afirmó Rodríguez.
El operador Fernando Indarte coincidió en que en el primer semestre del año se dieron muy pocas transacciones en lo que hace a venta de campos. Señaló a El País que las transacciones que se concretaron obedecen, por un lado, a productores que cambiaron de practica dentro del sector y por tanto vendieron sus tierras para comprar otras de diferentes características o por sucesiones o divisiones familiares.
Sobre porqué, entre el bajo número de negocios concretado, se encuentran inversores de fuera del sector, Rodríguez explicó que se debe a que “se trata de un tema de seguridad. Los campos, si bien hoy no dan una rentabilidad tan alta como en otros momentos, otorgan una seguridad que otros sectores de la economía no brindan”.

Para Indarte “hay pocas ofertas y los dueños piden más de lo que están dispuestos a pagar los interesados. Las puntas no se unen y la concreción de negocios es baja. A esto hay que sumar que los interesados en desprenderse de la tierra no son muchos, ya que en la actual situación económica mundial, los campos son un refugio muy seguro y confiable para los capitales”, explicó el operador.
La mayoría de los negocios se dan por campos de entre 500 y 1.000 hectáreas, de tipo mixto (ganadero-agrícola), los cuales se ubican sobre todo al Sur del Río Negro, especialmente en un radio de unos 200 kilómetros de distancia de Montevideo, explicó Rodríguez. Según Indarte, los altos costos son un freno importante para la concreción de negocios. “Un campo agrícola, a modo de referencia, de muy buenas características puede venderse en unos US$ 10.000 por hectárea. Hoy no es fácil para un productor comercializar su tierra, ya que no hay muchas otras opciones rentables sobre que hacer con el dinero que obtienen por ella”, indicó.
Mientras tanto, el operador Ignacio Victorica coincidió en que las transacciones en los primeros meses del 2013 fueron escasas, pero aseguró que en junio la tendencia comenzó a revertirse.
“El primer semestre fue muy quieto. En ello pesó mucho a la incertidumbre existente, primero por el Impuesto a la Concentración de Inmuebles (ICIR) y luego que este cayó, por el Impuesto al Patrimonio (IP). Tanto vendedores, como especialmente compradores, querían tener en claro como estos iban a impactar en la dinámica del negocio agropecuario, y por tanto en el valor de las tierras”, explicó.
Victorica afirmó que al saberse con certeza que iba a ocurrir, la situación fue asimilada y este mes se cerraron negocios que se venían gestionando previamente.
Por ello el operador estimó que en el segundo semestre el número de ventas se incrementaría en relación a los existentes en la primera parte del año.
Rodríguez coincidió en que en el segundo semestre puede darse un aumento de los negocios, aunque no ve un cambio en los valores que se vienen pagando.
A modo de referencia dijo que para los campos mixtos, situados al Sur del país, el precio para la hectárea varía entre US$ 4.500 y US$ 5.000, en tanto para campos netamente ganaderos, el valor ronda los US$ 3.500 por hectárea.
Para Victorica por un campo agrícola de buena fertilidad, las operaciones se hacen a razón de entre US$ 7.000 y US$ 10.000 por hectárea, según las características del predio. Por un campo “de punta” en tanto, el precio es de entre US$ 11.000 a US$ 13.000.
Un factor que juega en contra de que se concreten transacciones a nivel local es que Paraguay aparece y cada vez más, como un competidor muy fuerte para la atracción de inversiones de este tipo. “Paraguay es una opción de relevancia para quienes quieren comprar un campo en esta parte del mundo, tanto ganaderos como agrícolas. Desde allí se atraen no sólo compradores extranjeros, sino también a productores uruguayos, que cada vez en mayor número se están trasladando hacia allí”, afirmó Victorica. “Uruguay está pasando por una serie de situaciones que hacen que la concreción de negocios no sea mayor”,

Fuente: El Pais