Por eso, Allflex Uruguay editó el libro “La trazabilidad en Uruguay, de las marcas a fuego a la identificación individual electrónica”, escrito por Javier Pastoriza, que abarca aspectos históricos de la ganadería y de la puesta en marcha de esta herramienta electrónica.
Pero a la vez refleja la visión de aquellos que, desde distintas posiciones, fueron protagonistas del proceso que llevó a su discusión, implementación y puesta en marcha. Todo está planteado en el marco de una amena y ágil lectura, incluso para personas que hoy nada tienen que ver con el sector agropecuario.
La obra fue presentada en la Sociedad Criolla Elías Regules, contándose incluso con la presencia del vicepresidente de la República, Danilo Astori. “Competir no es vender más barato que los competidores, sino agregar conocimiento y valor agregado a nuestros productos”, aseguró Astori al presentar el libro, recordando que en Uruguay, “la trazabilidad obligatoria de los bovinos se tomó como una política de Estado que trascendió todos los gobiernos, votándose la ley que le da marco en 2006, con aprobación de todos los partidos”.
Uruguay tiene hoy 130 mercados habilitados para exportar la carne bovina y subproductos y fueron fundamentales para continuar por un camino de valorización del producto. “Hoy Uruguay exporta conocimiento incorporado en cada tonelada de carne”, sostuvo Danilo Astori en el acto.
Para el vicepresidente de la República, se trata de “un libro magnífico”, que abordó el tema con historia, con visión tecnológica y constitucional. “Está descripto todo el proceso que llevó a la ley de trazabilidad”, explicó el jerarca.
Equilibrio.
Por su parte, el ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca, Tabaré Aguerre -el otro presentador de la obra-consideró que el libro describe con claridad el proceso de articulación público-privada que supone la trazabilidad. “Uruguay nunca hubiera podido hacer la trazabilidad electrónica individual sin tener una experiencia de 40 años en trazabilidad grupal”, aseguró Aguerre, quien ve a la herramienta “como un bien público común para todos los productores, sin asociación ninguna con su escala”.
Aguerre reconoció que un buen eslogan para las carnes uruguayas es “envasamos naturaleza y vendemos confianza”, porque “esa es la forma de darle valor agregado”. Para el ministro, “Uruguay no puede crecer si no conquista más mercados y le otorga mayor valor agregado a sus productos”.
Claves.
Mientras tanto, el autor del libro, Javier Pastoriza, explicó que la otra persona convocada para presentar la obra, el ex presidente de la República Jorge Batlle, no pudo participar por otro compromiso que tenía en Salto.
“Tanto Batlle como su ministro Gonzalo González afrontaron las dificultades de la lucha contra la aftosa, y fueron quienes sentaron las bases para que Uruguay reconociera su situación frente al mundo, lo que le dio al país credibilidad y seriedad. Fueron ellos también quienes iniciaron el camino de la trazabilidad”.
Pastoriza también contó algunas anécdotas de cómo se llegó a la trazabilidad electrónica, cuando los consumidores de la Unión Europea buscaban seguridad alimentaria, y “lo que entonces fue una imposición y una eventual restricción comercial, se transformó en una oportunidad para Uruguay”.
La cadena cárnica uruguaya vio esta oportunidad en el 12° Congreso Mundial de la Carne en Dublín (Irlanda) en 1999, organizado por la Oficina Permanente Internacional de la Carne (OPIC), y en una gira posterior por Gran Bretaña y Francia, y rápidamente recogió el guante. “De allí surgió un grupo de trabajo que impulsó la necesidad de avanzar en el tema en Uruguay”.
El autor de la obra agradeció a la firma Allflex Uruguay, presidida por Hugo Durán, a todo el equipo editorial y especialmente a su familia por el apoyo recibido.
“Este no es un libro de historia de la ganadería uruguaya; es un libro que demuestra que gracias a la historia de la ganadería uruguaya se pudo implementar un sistema de trazabilidad que hoy es ejemplo mundial”, destacó a su vez el presidente de Allflex Uruguay, Hugo Durán Martínez.
