Finalizada ya la etapa de siembra del cultivo del arroz, lo que se sembró temprano y en fecha se encuentra bien nacido y desarrollado.
Se han aprovechado las lluvias semanales para hacer un buen manejo de las aguas, donde los ciclos se han adelantado muchísimo y asombra el desarrollo en la parte fisiológica donde ya hay cultivos que están entrando en la fase reproductiva a los que se le están aplicando las úeras de primordio que normalmente se aplican sobre fin de año y principios del entrante, esto marca que el ciclo del cultivo ha adelantado etapas en unos 10 días, con el consiguiente adelanto de las cosechas que no deja de ser un hecho positivo.
Este adelanto de ciclo se pudo haber dado porque al cultivo desde su siembra nunca le faltó humedad ni temperatura, ya que hubo lluvias semanales que ayudaron al arroz y los manejos de riego fueron bien utilizados, llegándose a inundar las chacras con el arroz ya con más de 20 días de emergido, cuando lo normal es que eso ocurra con 35 a 40 días.
Esa inundación más temprana adelanta los ciclos que es lo que está aconteciendo ahora, estimándose de no ocurrir nada extraño que a fines de febrero empiecen las máquinas a cosechar los primeros granos de las variedades más tempranas.
Enero es el mes que normalmente define los potenciales de rendimiento de las chacras, ya que la temperatura y luminosidad son las que marcan esas características y el primer mes del año siempre es el más caluroso y luminoso.
Este año tiene un aliciente que juega a favor del cultivo y es que no hay limitantes de agua que puedan hacer fracasar las chacras, ya que todas las represas están con capacidad colmada y todavía no se ha debido mover agua para regar lo que asegura buena capacidad de respuesta hídrica si fuese necesario bombear desde los depósitos hacia los canales.
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