El viernes 26 desde las 14.00 horas se llevó a cabo la jornada “Desafíos para la Ganadería en un escenario de variabilidad climática cuota 481, oportunidad y desafío”.
Dentro de los panelistas que participaron de la misma, que organizara la Sociedad de Fomento Rural Ortiz, conjuntamente con el Instituto Plan Agropecuario y el Frigorífico Solís, la visión de la industria sobre esta oportunidad de negocios era por demás importante.
El director de dicha planta de faena, Jorge González (foto), haciendo referencia al tema señalaba que “con estos cambios que se vienen dando hacen que el rol de la industria vaya más allá que al rol industrial, hace que nos debamos acercar más a la producción y que nos debamos abrir más a lo que nuestro cliente pide y al producto que debemos ofrecer cuando sea requerido. Esta cuota habla de una calidad que se debe dividir en dos partes, una la necesaria para cubrir con los requerimientos del animal dentro de esta cuota, pero además lo que el cliente quiere para su mercado y en esos sentidos se debe trabajar en conjunto. Esta cuota tiene menos impuestos y nos da un acceso diferencial a un mercado que nos ofrece un mayor precio, por eso debemos exigir que Uruguay cada día tenga mejores herramientas para poder negociar condiciones y que quienes están encargados de hacerlo tenga la habilidad para conseguir mejores accesos”.
CARACTERÍSTICAS DEL PRODUCTO.
Recordemos que los animales indicados para dicha cuota deben de tener 27 meses de edad, para entrar luego a los 100 días de encierro a corral con una alimentación específica, referente a la calidad en lo estrictamente comercial de los mismos González explica que “el cliente nos pide un producto con determinado peso, con homogeneidad en los cortes, con un tenor graso adecuado y con buena conformación de la carcasa. La genética, la recría y la cruza adecuada juegan para conseguir esos animales que la cuota 481 pide. El tenor graso es un tema muy importante que hace que el negocio pueda variar mucho. Esta cuota tiene un costo y una inversión, pero es la forma de llegar a un mayor pecio, el tema es como ese costo o esa mayor inversión en función de ese precio nos pueda mantener la rentabilidad, ahí juega mucho el tipo de producto, ya que si no elegimos el animal adecuado para esta cuota vamos a tener problemas en la conformación o en el tenor graso, la cadena cría, recría, encierro, industria deben ir de la mano, ya que si no se trabaja en conjunto no se llegará al producto pedido” explicaba González.
HACER BIEN LAS COSAS.
“Un animal puede ser muy bueno, parecerlo o resultar muy caro para esta cuota -añade el Director de Frigorífico Solís- ¿Qué entiendo yo por caro? aquel animal en que invertimos dinero y esfuerzo, pero cuando llegó a la mesa de desosado ese producto no pudo ir al destino para el cual gastamos, además esta cuota tiene un techo de 48.000 toneladas y hay otros actores que querrán jugar hoy solo cinco países la están haciendo, entonces tenemos que hacer muy bien las cosas, es fundamental que el producto que se haga se haga bien, no hay lugar para errores porque se gasta mucho dinero en la producción de este tipo de animales. Debemos pagar el animal bueno por lo que es y todo el trabajo que el productor hizo desde la genética, la cría y la recría se vea reflejado luego cuando se le paga por ese tipo de animal” expresaba en parte de su presentación el Director del Frigorífico Solís Jorge González.
Fuente: Todo el Campo
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