Tras adaptarse a los vaivenes económicos y las oleadas de visitantes, el turismo rural se consolida en Mendoza como alternativa de disfrute al aire libre, tranquilidad y contacto con nuestros orígenes; tanto en el campo como en el desierto y la montaña.
A lo largo y ancho de la provincia existen granjas, talleres, casas y casonas abiertas a visitantes que reciben de primera mano la hospitalidad de los dueños. Aunque logran picos de actividad en otoño, Vendimia y fechas especiales, logran mantenerse todo el año gracias a que se complementan económicamente con otras actividades, agrícolas, comerciales u otras propias de la ocupación de sus dueños.
Durante la última década el turismo de campo presentó un alto crecimiento, favorecido por grandes inversiones que se concentraron en el enoturismo con cientos de bodegas abierta. Pero a la par surgió mayor cantidad de servicios en ámbitos rurales, desvinculados del vino, que amplían la oferta para el visitante con descanso en parajes alejados, platos típicos, actividades campestres, recreación al aire libre y una autenticidad que se pierden en las grandes empresas.
Aunque no llega a ser una actividad económica de importancia para la provincia es destacable el creciente interés que despierta la actividad, tanto para los turistas como para los pequeños emprendedores que se lanzan al desafío de ser anfitriones en lugares alejados de los entretenimientos, servicios y comodidades que ofrecen los núcleos urbanos.
Visitas extranjeras y nacionales
Negocios & economía consultó a referentes de grupo de emprendimientos consolidados en la provincia (ver aparte), quienes ofrecieron un panorama de las actividades más buscadas por los turistas y los desafíos que presenta la actividad en cada una de las áreas rurales.
En La Consulta, San Carlos, Sergio Salinas cuenta que Caminos de Altamira recibió un flujo permanente de turistas europeos entre 2003 y 2008, a través de una agencia de turismo alemana. “Eso consolidó la realidad del grupo (donde hoy participan 13 actores con diferentes servicios) y fuimos transformándonos en función de la demanda”. En las últimas temporadas notaron una disminución en la visita de extranjeros, producto de la crisis en Europa, de modo que buscan consolidarse en el objetivo del turismo nacional, en un proceso de promoción “de boca en boca y cosechando intangibles como la relación con universidades e instituciones del país cuando participamos en foros y congresos”, agrega Salinas.
En Cuadro Benegas, San Rafael, Laura Giannasi sostiene “cada vez son más los turistas que eligen descansar en lugares como el nuestro, más pequeños y personalizados”.
En temporada alta (vacaciones y Semana Santa) la mayoría de sus huéspedes provienen de las grandes ciudades del país y el resto del año recibe mayor cantidad de turistas extranjeros. “Por suerte San Rafael ha crecido mucho en materia de turismo en los últimos años y esto por supuesto lleva a una interesante competencia. Por otra parte ,en cuanto la modalidad bed & breakfast no hay aún una competencia marcada, pero sí con alojamientos con algunas características similares”, agrega Giannasi.
En la localidad de Montecaseros, Salomé García, de la Casona El Ñango, cuenta que ese alojamiento rural se llena en Vendimia, Semana Santa y cada vez que San Martín desarrolla eventos multitudinarios, como el TC 2000. “Generalmente viene turismo nacional y familiares de personas que viven en San Martín” cuenta la propietaria de la casona construida en 1870. Pero nunca faltan los mendocinos que quieren hacer una escapada y aprovechan el lugar para descansar.
Y en Bowen, General Alvear, Érica Orlowski explica que la mayor afluencia de turismo proviene de Buenos Aires y también desde La Pampa: “En época de vacaciones recibimos más visitas, pero durante el año trabajamos permanentemente ya que vivimos aquí en la finca, y también durante la época de clases nos visitan las escuelas con niños mostrando los animalitos, ordeñando la vaca, y jugando en el potrero”.
Añade la emprendedora que “el turismo en General Alvear es una actividad que de a poco se está encaminando, además está aumentando la tendencia de vacacionar en el campo, por lo tanto es muy bueno que surjan distintas opciones para ofrecer”.
Iniciativa joven
El Instituto de Desarrollo Rural (IDR) cuenta con un espacio de apoyo y acompañamiento de emprendimientos generados por menores de 35 años a quienes les brinda tutoría personalizada para la formulación de un plan de negocio, talleres de capacitación e intercambio, entre otros beneficios.
En los últimos tres años la iniciativa ha acompañado proyectos de diverso tipo (agropecuario, industrial, de comercio, servicio, producción artesanal, etc) entre los cuales el desarrollo turístico es uno de los más elegidos. Llegó a ser en varias oportunidades el tercer rubro con mayor participación en el concurso anual que desarrolla la institución.
Romina Beltrame, a cargo del programa Jóvenes Emprendedores Rurales dice que a los participantes se les ocurre una infinidad de ideas en lo que respecta a turismo, “desde dormir la siesta en un lugar muy tranquilo, recorridos en bicicleta, caballo, acampar en pleno desierto de Lavalle, entre otras cosas. El turismo rural es una de las opciones que consideramos más interesantes para lograr el asociativismo de la población en esta zona, aportando cada uno desde su saber y de lo que puede aportar”.
Sobre la evaluación de mercado que deben realizar los emprendedores, Beltrame sostiene que “se debe observar en primer lugar qué busca el visitante. Generalmente, el turista busca el descanso, conectarse con el medio ambiente y sobre todo el placer de disfrutar la sencillez de la gente de campo. En su mayoría la demanda de este tipo de servicios de turismo rural es de tipo familiar, ya que es una opción placentera para adultos y niños”.
Con esta clase de programas, que no incluyen financiamiento para los proyectos, la Fundación del IDR busca frenar el éxodo rural que se da por la falta de oportunidades de empleo y la estacionalidad del trabajo, sobre todo en actividades primarias de producción. Cuenta Beltrame que “esto fomenta la expulsión de población del campo a la ciudad en búsqueda de oportunidades, que en la mayoría de los casos no se encuentra”.
Entre las últimas novedades se destaca la participación de emprendimientos locales en el Concurso Nacional de Turismo Rural que lleva a cabo por el Ministerio de Turismo de la Nación y el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca .
Fuente: diariouno.com.ar
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