Una causa muy común en la enfermedad de las plantas es la clorosis férrica, carencia de hierro en la planta, que afecta a su metabolismo y a la síntesis de la clorofila. Se manifiesta con el amarilleo internervial de las hojas, sobre todo en las jóvenes.
La clorosis férrica se produce por varias razones, relacionadas con la composición del suelo, que dificultan la absorción de nutrientes, la solubilidad del hierro, y características físicas de la planta y afecta a distintos procesos de desarrollo de la planta:
Con un análisis del suelo determinaremos su composición y posibles elementos que afectan a la movilidad, solubilidad y absorción del Fe.:
En la planta la detección se realiza por observación, por el amarilleo total o parcial de las hojas jóvenes mientras los nervios aparecen verdes.
El amarilleo se puede producir también por carencia de Mn, pero en estos casos el amarilleo viene acompañado de manchas necróticas en las hojas.
El tratamiento con Fe tiene una respuesta directa. Si tras la aplicación del quelato de hierro a hojas y suelo, las hojas jóvenes y las nuevas recuperan el tono verde, será indicativo de que la carencia era de Fe.
Como ya hemos dicho la clorosis férrica se produce por una falta de solubilidad, transporte, y absorción del Fe por las raíces de la planta y transporte y distribución hacia la parte aérea de la misma.
Para evitar o atajar la clorosis tendremos que saber su origen y poner en marcha alguna de las siguientes acciones:
El uso de quelatos se está convirtiendo en la forma más eficaz del tratamiento de la clorosis, porque actúa de forma distinta al resto de fertilizantes. El quelato de hierro es un aporte férrico, de fácil absorción que se puede aplicar vía foliar o vía radicular.
Con el quelato no se aporta un principio activo que actúa contra la clorosis, sino que se aporta hierro, y además actúa sobre el hierro que se encuentra en el suelo y que la planta no es capaz de asimilar por sí misma.
El quelato:
Su eficacia dependerá de su capacidad para realizar estas cuatro acciones, y esta eficacia estará condicionada por el medio en el que se aplica, y los factores adversos que ya hemos comentado, pH alto, bicarbonato, acción de otros metales sobre el Fe, y la resistencia a la degradación de la molécula orgánica.
Tipos de quelantes:
EDTA, HEDTA y DTPA, complejan mejor Zn y Mn
o,o-EDDHA, o,o-EDDHMA, o,o-EDDCHA y EDDHSA, más estables, rodean al hierro y lo aíslan del medio.
La estructura del o,o-EDDHA determina la estabilidad de su quelato férrico a pH elevados y en presencia de numerosos iones interferentes.
Los productos del tipo “Quelato de hierro EDDHA o-o” y homólogos tienen una eficacia mayor en tratamientos de clorosis en suelos calizos, muy superiores al resto de quelantes.
MAGRAMA:
Fuente: agroterra
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