Interacción entre cultura, salud e historia de la alimentación, promete responder cuestiones como cuánto refleja e influye la comida en la cultura e identidad, cómo lo que comemos afecta el planeta y cuál es el rol de la comida en la salud humana, entre otros interesantes aspectos. El desayuno de Phelps, los elegidos de Jane Austen y una preparación vegetariana que le hubiera gustado a Gandhi, reseña Edward Rothstein en el New York Times.
La muestra organiza la información y exhibición por temas como cultivo, comercio, transporte, cocina, sabor, comida, festejos y el futuro de los alimentos entre otros.
Todos son atrapantes pero me resulta inevitable profundizar en: cocción, sabor y futuro.
Sobre cocina, definen que es la acción de transformar ingredientes dando vida a originales recetas, herramientas, técnicas, esencias y cocinas locales desde tamales mejicanos, maíz americano o huevos poches franceses. Explorar las técnicas de cocción a través de platos típicos de las culturas, como la China que da origen al wok y hornallas, arroz y salsa de soja tan familiares actualmente. Tradicionalmente las recetas se pasaban de generación en generación hasta que los libros empezaron a dar soporte al registro de recetas y secretos, los autores más representativos de la cultura gastronómica se reúnen en un sector de la muestra.
Sobre sabor, el análisis es exhaustivo, recordando que la percepción de sabor resulta de la combinación de genética, anatomía, memoria y por qué no, cultura y marketing. Los cinco sentidos se combinan para descifrar un sabor, la visión es quizás el más poderoso para aceptar una propuesta o no. A pesar de que nacemos con ciertas preferencias por el dulce, el gusto se puede educar, de ahí que sean determinantes las experiencias alimentarias en los primeros años de vida. No siempre tuvimos la comida a un click como ahora, se presume que la preferencia por el dulce de nuestros ancestros los guiaba naturalmente a alimentos más calóricos indispensables para sobrevivir.
En 2050 seremos unos nueve billones de personas para alimentar en un planeta que ya sufre el estrés ambiental como costo de la producción indiscriminada y desordenada de alimentos. Agricultura más eficiente, producción de carnes y pescados más inteligentes parece ser el camino, incluso cultivar y producir en las ciudades, donde vive el 70% de la gente sería más razonable que usar el 30% para abastecer a la mayoría .
Frente a la demanda creciente de alimentos, ¿las alternativas serían cambiar la dieta, recurrir a la tecnología, bioquímica y ciencia para modificar la realidad? Una breve predicción del futuro inmediato para estos expertos, aunque difícil de anticipar, afirma que algunos alimentos que serán tendencia ya existen, otros serán inventados y otros serán tan diferentes que ni siquiera los reconoceríamos como comida. Aroma a chocolate, placer sin calorías, nutrientes en parche para soldados o astronautas, envases capaces de detectar el deterioro de su contenido o incluso prevenirlo.
Analizar el pasado y la evolución del alimento explicaría cuestiones complejas como el actual estado nutricional de la población mundial, tendencias de consumo, incluso éxitos y fracasos de algunos desarrollos y productos.
Fuente: 180.com.uy
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