Investigadores de la Escuela Técnica Superior de Ingenieros de Montes y del Centro de Investigación del Transporte (TRANSyT) de laUniversidad Politécnica de Madrid (UPM) estudian los efectos de las nuevas infraestructuras del ferrocarril de alta velocidad sobre la cohesión territorial en España y proponen medidas para paliar los posibles efectos negativos.
Los resultados obtenidos ponen de manifiesto que a la hora de planificar nuevas infraestructuras de alta velocidad (AV) se deben tener en cuenta una serie de actuaciones complementarias más allá de la política de transporte, con el fin de reducir las disparidades que se puedan producir en cuanto a cohesión territorial.
Los ferrocarriles de AV se diseñan generalmente para interconectar fuertes centros económicos de manera eficiente. Por lo tanto, las mayores mejoras en la accesibilidad se concentran cerca de las estaciones, mientras que en las ubicaciones intermedias los beneficios de accesibilidad son más bajos e incluso negativos.
Los autores del trabajo llevan varios años estudiando el efecto en la mejora de la accesibilidad (entendida como la posibilidad de alcanzar unos destinos usando una red de transporte determinada) debida a la construcción de nuevas infraestructuras de transporte. La cohesión territorial se mide analizando la distribución de estas mejoras de accesibilidad en el territorio.
Evaluar las nuevas líneas
La planificación de las nuevas líneas de AV se lleva a cabo a nivel nacional o incluso internacional. Este trabajo de investigación pone de relieve la importancia de evaluar las nuevas líneas de no sólo en estos niveles estratégicos sino también en otros niveles micro, como los regionales.
En este contexto, con la ayuda del Sistema de Información Geográfica (SIG), se ha estudiado el efecto sobre la cohesión territorial de las líneas de AV en diferentes niveles de planificación de la infraestructura: nacional, regional y de corredor.
Los resultados muestran que, a nivel nacional o de corredor, los efectos sobre la cohesión son positivos. Sin embargo, a nivel regional aparecen tanto efectos positivos como negativos. Los efectos tienden a ser negativos cuando la estación se encuentra en las ciudades capitales (con mayor número de habitantes), porque la nueva estación refuerza la posición de estas ciudades frente al resto, que suelen perder las estaciones que tenían.
Estas diferencias en los resultados de la cohesión se explican principalmente por la combinación de la distribución de la población y la ubicación de las estaciones. Normalmente, estas estaciones se encuentran en las ciudades más pobladas por lo que las mejoras de accesibilidad se concentran en estas ciudades y no se distribuyen homogéneamente, lo que aumenta las diferencias en la cohesión territorial. También influye la calidad de la red de transporte desde las ciudades sin estación a las ciudades con estación.
Según las consideraciones anteriores, con el fin de reducir los impactos negativos de cohesión, en la planificación de nuevas infraestructuras de AV se deben tener en cuenta actuaciones complementarias. La mejora del acceso a las nuevas estaciones mejorando las redes secundarias de ferrocarril convencional o de la red de carreteras puede reducir las disparidades creadas por la nueva infraestructura. Además, estas medidas deberían complementarse con otras políticas sectoriales distintas de la política de transporte, como las medidas de desarrollo regional, con el objetivo de reducir el riesgo de una disminución de la actividad económica y de la población en esas áreas no atendidas directamente por la nueva infraestructura de alta velocidad.
Fuente: ambientum.com
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