El director de la carrera de Administración y Agronegocios de la Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas (UPC), Hernani Larrea Castro, conversó con Agraria.pe sobre los retos que deberá afrontar Perú para posicionarse como un “jugador” importante dentro del comercio alimentario mundial.
¿Qué ventajas comparativas tiene Perú que le permiten sobresalir en el agro?
La gran biodiversidad que tenemos nos permite grandes ventajas comparativas. Somos el quinto país con mayor biodiversidad en el mundo. La riqueza de productos, la gran variedad de climas y estacionalidad. Todo eso suma, pero eso debe tener un valor competitivo frente a nuestros competidores. Por eso, nuestro reto es transformar estas ventajas comparativas en competitivas.
¿Cuáles son esas ventajas competitivas que debemos generar?
La básica es la gestión. Soy un convencido de que necesitamos gestión desde cuatro aspectos: Gestión Ambiental, Gestión Tecnológica, Gestión de Calidad y la Gestión Empresarial. Estas cuatro variantes de gestión no existen en un sector como los agronegocios.
Hoy cualquier empresa que empieza a desarrollarse en este sector tiene que tener un componente ambiental, un componente tecnológico, un componente de calidad y un componente empresarial si es que quieres ser competitivo. Lamentablemente en este momento todo lo que hay es agricultura de autoconsumo, pequeños y medianos productores. Cuando queremos alcanzar un mercado comienzan los tropiezos y ahí recién comenzamos a tener en cuenta estos temas de gestión.
¿Cuáles son las principales estrategias comerciales en los agronegocios?
La inteligencia comercial ya que es fundamental identificar un mercado, determinar el perfil del consumidor, identificar a nuestros competidores. Nosotros tenemos muchos problemas en ese tema y se debe a la falta de manejo de información.
Nos falta innovación. Nuestros competidores son mucho más innovadores que nosotros. Debemos aprender hacer competitivos en base a innovación e investigación y ahí yo hago un mea culpa porque es la universidad la llamada hacer esa investigación, necesitamos revertir esta situación y para eso debemos tomar modelos ya hechos que consiste en convocar a la empresa privada para el financiamiento, al Estada para que dé las pautas y el escenario necesario para la investigación y nosotros como universidad desarrollarla. No hay investigación en el mundo que no tenga esos 3 componentes.
¿Qué valoran los mercados internacionales en los alimentos?
Hoy en día el tema de calidad está muy arraigado. Actualmente encuentras productos que viene de diferentes mercados y el consumidor valora la calidad del producto y esa calidad del producto se transforma en requerimientos fitosanitarios, inocuidad alimentaria, seguridad alimentaria y eso se transforma en certificaciones, sellos de garantías.
El consumidor valora mucho los productos que apoyan conceptos como el comercio justo. Ese tipo de estrategias es la que nosotros debemos desarrollar, pero todavía no la entendemos totalmente. Creo que vamos en la dirección correcta pero nos falta potenciar nuestras estrategias de gestión.
En este tema, ¿cómo aportan los productos orgánicos y de valor agregado?
A mí me queda claro que un producto orgánico no es mejor que un producto no orgánico (convencional). Es verdad que existen mercados para productos orgánicos y lo que deberíamos preguntarnos es si un negocio de orgánicos es lo suficientemente rentable para poder subsistir. Lamentablemente las tendencias en el mundo no se orientan hacia esos mercados nichos.
El problema es que en el mundo somos 7 billones de personas y dentro de 25 años seremos 9 billones y tenemos que comenzar a ver cómo darles de comer. Por eso, es que hoy en día ya se habla de negocio de alimentos y en ese sentido los productos orgánicos no lo vislumbro como una estrategia comercial que ayude.
Sobre los productos con valor agregado siempre nos dicen porque Perú solo se dedica a la producción de materia prima y ahí hay un error, ya que existe un mercado para materia prima. Ahora Perú no se industrializa porque no tenemos la capacidad para hacerlo.
Hoy debemos consolidarnos en ampliar nuestra oferta en los mercados. Nuestro valor agregado es la calidad. Mucha gente no ve la articulación de cadenas productivas. Los temas sociales y ambientales son importantes y eso también es valor agregado y el mundo se está dirigiendo hacia eso, lo cual es una oportunidad para nosotros y lo que debemos hacer es consolidar esos temas. Responsabilidad social y compromiso ambiental tiene que ser parte de cualquier estrategia comercial que se dé en este momento.
¿Cuáles son las preferencias comerciales en los principales bloques económicos?
Estamos viviendo una coyuntura especial en este momento. En el primer semestre del 2013, el espárrago aparece de nuevo como la estrella de los productos de agroexportación. La uva es un producto que se ha convertido muy atractivo en poco tiempo.
La palta ya revertió todos los problemas fitosanitario que tenía y está entrando a los mercados. Lo mismo sucede con el mango. En cuanto al problema del café es coyuntural. Sin embargo, va repercutir en el balance anual de nuestras agroexportaciones (Según el ministro de Agricultura y Riego, Milton Von Hesse las agroexportaciones caerían alrededor del 20% en comparación al 2012).
Además, hay otros productos que están saliendo como los granos granadas, arándanos, fresas, entre otros.
¿Cómo se debe trabajar los resultados del IV Cenagro?
Dichos resultados nos servirán como punto de partida para generar investigación. Tenemos que hacer una Estrategia Nacional Agraria, que nos permita transformar nuestras ventajas comparativas en competitivas.
El IV Censo Nacional Agropecuario (Cenagro) nos ha dicho que somos líderes en café y papa pero los volúmenes de esparrago y uvas son muy pequeños. Además, señala que estamos concentrados, la zona agroproductiva está en Cajamarca y Cusco y no en Ica y Trujillo por lo que se tiene que replantear la estrategia.
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