En Aragón, en siete años se han perdido 2.000 rebaños de ovino y el número de pastores desciende a un ritmo de 300 menos cada año
La dureza del oficio hace que muchos no sigan la tradición familiar
La ganadería es una actividad en claro retroceso. En siete años Aragón ha perdido 2.000 explotaciones de ovino y ser pastor ha pasado a ser prácticamente un oficio en extinción. Sin embargo, este sector tiene un gran peso para la región, ya que sustenta el medio rural. Si su declive sigue, las consecuencias no solo serán económicas, afectarán también a la demografía de un buen número de pueblos.
En el año 2001 había en Aragón 6.423 ganaderos de ovino, 6.423 personas dedicadas al pastoreo con rebaños de ovejas. En la actualidad, la cifra es de 4.000.
En nueve años se han perdido 2.500 pastores de ovino en Aragón, al acelerado ritmo medio de casi 300 menos cada año o, lo que es lo mismo, unos 25 menos cada mes.
Además, de las 2,2 millones de cabezas existentes en 2005 se ha pasado a alrededor de 1,8 millones en 2012. En el caso de las explotaciones, se han pasado de unas 6.000 a tener 4.000 en ese mismo período de tiempo.
Es una profesión evidentemente sacrificada y con el año de los pasos su rentabilidad se ha ido estrechando hasta mínimos que hacen difícil que a los jóvenes les compense dedicarse a este oficio y tomar el relevo de quienes lo abandonan. El resultado, por tanto, es que cada vez quedan menos pastores y, entre los que quedan, hay muchos de edad avanzada que miran hacia la jubilación.
Las razones del declive: el encarecimiento del alimento de los animales, que hace que muchas explotaciones no sean rentables; y la crisis que ha obligado a muchas familias a comer carnes mucho más baratas que el cordero. Así que en los últimos años, el sector se ha visto sumado en la crisis de difícil solución.
fuente: abc.es
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